Velocidad lectora y desarrollo de la motilidad ocular.

Las estrategias utilizadas en el aula buscan ser diversas para llegar a todos los estudiantes. Entre ellas puedo destacar las que se relacionan con la velocidad lectora, habilidad que, en ocasiones, se trabaja de manera individual de la comprensión de textos, por lo tanto, no es posible lograr un mayor impacto en el avance de la misma. En este sentido, es fundamental realizar un entrenamiento que abarque velocidad y comprensión (por lo general, se logra simultáneamente cuando el estudiante logra una adecuada decodificación, hábitos de lectura permanentes en el tiempo y comprensión) sin embargo, cuando existe un bajo nivel en esta habilidad, es posible entrenar a través de diversas actividades,  por ejemplo, los laberintos, lectura sin vocales, lectura en pirámide, palabra intrusa, entre otras. Existen diversos libros de entrenamiento ocular, del cual es posible elegir actividades que sean más pertinentes al objetivo que deseamos lograr; un ejemplo es "Pérez. V 2017, Funcionalidad visual y programa de entrenamiento óculo motor para la mejora de la velocidad y comprensión de lectura. España" con estrategias utilizada en los colegios españoles, las cuales se pueden observar en las fotografías que adjunto. 

Personalmente la adecuación que realicé a las actividades para los cursos de 3º y 4º básico y que mantiene el mismo objetivo de fomentar la velocidad lectora es seguir la letra de una canción de interés de los estudiantes, con videos que incorporen los subtítulos,  por ejemplo: "Rin Rin Raja" de 31 Minutos. 

Es relevante mencionar, además, que desde mi experiencia con estudiantes que se sitúan en el universo de las necesidades educativas especiales, una lectura rápida no siempre significa comprensión o una lectura lenta tampoco significa que el estudiante no haya comprendido lo que lee. Especialmente cuando trabajamos con niños cuyo diagnóstico se expresa en una discapacidad intelectual leve (DIL), los cuales pueden en general leer muy fluidamente, pero su nivel de comprensión es necesariamente literal. Por consiguiente, en este caso, entrenar el ojo a una lectura rápida no tiene mucha pertinencia, más bien, es necesario lograr estrategias que fomenten la comprensión de lo que se lee.