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MATERIAL PARA ORIENTACION

A diario nos  comunicamos  con otros,  ya  sea  verbal o no  verbalmente. Nuestra postura  corporal, nuestros gestos, lo que decimos, el modo en que lo decimos, entre muchos otros indicadores, comunican mensajes. Si bien desde el nacimiento el niño va desarrollando formas de comunicarse mejor, hacerlo cuidando de no dañar a otro no es tarea simple, pero es un desafío central a la formación para aprender a desarrollar vínculos sanos.

Esta ficha entrega claves para que padres y madres podamos comprender y desarrollar formas efectivas de comunicación con nuestros hijos.

 

No siempre es fácil una buena comunicación entre padres e hijos/as. Cada día tenemos menos tiempo para compartir y dialogar en familia. Múltiples tareas y largas jornadas de trabajo son  algunos  de  los  problemas  que  impiden  una  verdadera comunicación. Sin embargo,   pese al escaso  tiempo con que contamos, es necesario y posible aprender estilos adecuados de comunicación con nuestros hijos/as para conocerlos más, para saber lo que piensan, para que sepan que pueden confiar y contar con nosotros.

Muchas de las conductas de riesgo pueden evitarse si se establece  una  buena  comunicación,  ya  que,  por  una  parte, una buena comunicación entre padres e hijos  los protege de este tipo  de  conductas  en  tanto  no  necesitan  de  éstas  para sentirse  escuchados,  acogidos  o comprendidos.  Por  otra parte, con el ejemplo de una buena comunicación y  respeto se  entregan herramientas para desenvolverse  en  los medios sociales  con  mayores  habilidades  comunicacionales  y,  por ende, interpersonales.

Una buena comunicación entre padres e hijos contribuye a  lograr mejores  relaciones  al  interior de  la  familia.  Estimula la confianza mutua y  facilita a  los padres su  labor  formadora, al existir un  canal  abierto que  les permita  transmitir  valores, ideas, etc. Comunicarse en  la familia  implica tener un tiempo para conversar con  los otros, hacer actividades en conjunto y escucharse cuando se necesiten.

Una  comunicación  clara,  directa  y  abierta,  facilita  el desarrollo  de  un  clima  familiar  positivo,  así  como  también promueve  la resolución de conflictos familiares. Además, una buena comunicación enseña a todos los miembros de la familia que  las  ideas  y  sentimientos  de  cada  uno  son  importantes, estimulándose la expresión de éstos.

Para ser comprendidos por nuestros hijos es prerrequisito entender  lo  que  ellos  dicen.  El  principal  objetivo  de  una comunicación  efectiva  es  hacer  sentir  al  otro  que  es “entendido”.

 

Mensajes Claves para los Padres

•  Cómo comenzar una conversación

  Para  que  iniciar  una  conversación  con  nuestro  hijo/a sea más  fácil,  pueden  hacer  preguntas  imaginativas;  por ejemplo,  una  pregunta  específica  como:  “Cuéntame  dos

cosas  que  hayas  hecho  hoy  en  el  colegio”,  generalmente funciona mejor  que  la  pregunta  “¿Qué  hiciste  hoy  en  el colegio?”. Esta última puede ser fácilmente contestada con un “nada”; en cambio con la primera no pueden.

  También conviene variar el comienzo: “¿Cómo estuvo el día, en una escala del 1 al 7?; ¿Qué  fue  lo mejor  (peor) del día (tareas, excursiones,…)?, ¿Qué sucedió hoy día que tú no te esperabas?”, etc.…

•  Haga cosas con sus hijos

  Nos  parece  importante  subrayar  que  una  buena conversación  con  los  hijos  depende  menos  de  “buenas técnicas”, que de una buena  relación previa. Y  las buenas relaciones  requieren  tiempo.  Una  actividad  compartida puede ser un trabajo o una entretención: arreglando algo en la casa, lavando los platos, saliendo juntos a caminar, etc. No se puede esperar que una buena comunicación con los hijos aparezca de pronto. Necesita de un contexto natural, y eso significa invertir tiempo juntos.

•  Pregúntele a sus hijos/as cosas de las que ellos quieran hablar.

Una  manera  de  lograr  que  sus  hijos  les  conversen  es preguntarles  lo  que  ellos  quisieran  contarles  o  saber. Investigaciones  recientes,  realizadas  con  niños  y  jóvenes acerca de  los temas que más  les  interesaría conversar con sus padres, arrojó los siguientes temas: acerca de la vida de sus padres,  temas  emocionales, de  sus  juegos  y hobbies; en  el  caso  de  los  jóvenes:  asuntos  familiares  (problemas o  situaciones  familiares),  temas  controvertidos  (acerca del  Sida,  la homosexualidad,  las drogas),  los grandes por qué  (acerca de  la  vida, de Dios),  el  futuro  (lo profesional, estudios, matrimonios), intereses personales de ellos.

•  Buenos momentos para conversar

  La hora de dormir puede ser un muy buen momento para compartir, contar algunas experiencias del día, hablar sobre algunos problemas. Cuando  las  luces están apagadas,  las barreras tienden a desaparecer. Es más fácil así hablar con el lenguaje del afecto. También a la hora del almuerzo familiar es  una  oportunidad  en  que  generalmente  están  todos  y donde puede preguntarse acerca de los que les ha pasado durante el día, intereses nuevos que tengan, amigos y todos los temas anteriormente descritos.

PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN  

      1 ¿Cómo fue la comunicación que usted tuvo con sus propios padres?                                       

                   

  • ¿Cómo cree que sus hijos describirían  la  forma en que se comunica

Usted  con ellos?

 

  • ¿Qué semejanzas y diferencias percibe en  la forma en que usted se comunica con sus hijos y la forma en que sus padres lo hacían con usted?

 

  • ¿Qué es lo que más le costaría mejorar en su manera de comunicarse? ¿por qué cree que le resulta difícil cambiarlo?