CURSO DE LECTO ESCRITURA |
LA ENSEÄANZA DE LA LECTO-ESCRITURA Ciudad de La Habana, 2004 Saber leer es saber andar. Saber escribir es saber ascender. José Martí (Cuba) Yo no conozco ningún método que sea capaz de impedir a un niño aprender a leer George Duhamel (Francia) La enseñanza de la lectura y la escritura ha sido un tema ampliamente debatido en el campo de la Pedagogía, por su complejidad y sus múltiples facetas, y ha presentado enfoques y soluciones diversas, siendo objeto de atención de lingüistas, filósofos, psicólogos y, en particular, de los pedagogos, por lo que se considera un campo de estudio interdisciplinario. El término leer proviene del latín legere. Los actos de leer y escribir requieren el desarrollo de una serie de capacidades mentales y de habilidades sensoriales y motrices, cuya adquisición puede ofrecer obstáculos difíciles de vencer. Al leer se perciben visualmente los signos impresos o escritos, se comprenden, y estas percepciones se transforman en acciones verbales en las que intervienen órganos como los del habla. En el caso de la lectura silenciosa no se producen movimientos vocales sino que se condicionan en conductas de lenguaje interior. Cuando se lee, los ojos recorren la línea impresa (o escrita) de izquierda a derecha haciendo pausas y movimientos de vuelta o retroceso. Se llama fijación a cada movimiento del proceso de la lectura, en el cual el lector puede percibir desde una palabra hasta una oración. El estímulo producido por los símbolos en cada fijación es llevado al cerebro, de ahí que para leer se requiera un funcionamiento normal del sistema nervioso superior y además, de los órganos de la vista, del oído y del habla. Este proceso es mucho más complicado para quien se inicia en ese aprendizaje; para el niño pequeño implica un duro entrenamiento, pues aunque todos esos órganos han sido ejercitados antes de ir a la escuela, no han sido entrenados para funcionar coordinadamente, por ello se necesita desarrollarles capacidades de discriminación visual y auditiva que les permita integrar esos elementos en un todo, o sea, la coordinación del sistema motor del oído para que el analizador visual y el auditivo discriminen las particularidades de cada signo y las envíen en forma de imágenes auditivas y visuales a la zona de la corteza cerebral que interviene en el lenguaje y se produzca la asociación entre signo gráfico y elemento fónico. Es importante que al escolar se le desarrollen capacidades de memorización visual y auditiva, mantenimiento de la atención, resistencia a la fatiga y, por supuesto, para que este proceso se logre cabalmente es necesario además, que cada palabra leída se asocie a un significado. Podría definirse el acto de leer como una habilidad lingüística que permite recibir un mensaje emitido por una fuente (el escritor), comprenderlo y reaccionar ante él, por lo que también es importante que haya alcanzado la madurez requerida para este aprendizaje, que, en general, suele lograrse entre los cinco y los seis años. Con la escritura sucede otro tanto: a todo lo anterior se suman las coordinaciones que es necesario establecer para los movimientos de las manos y la capacidad mental para copiar figuras con direcciones determinadas en los trazos. Ello exige cierto desarrollo fisiológico general, muscular y óseo y mayor resistencia a la fatiga, por cuanto los ejercicios gráficos exigen determinada inmovilidad del cuerpo en el niño. Teniendo en cuenta todo lo anterior, los estudiosos del tema plantean que el período de aprendizaje de la lectura y la escritura debe abarcar las siguientes etapas o fases: - Fase prelectora, preparatoria o de aprestamiento (preescolar y primera etapa de primer grado) para la realización de actividades diversas que creen en el niño la base necesaria para el desarrollo de las habilidades requeridas al iniciarse en la lectura y la escritura: lúdicas, sensoriales, motrices, juegos educativos, educación física, canto, modelado, recorte, dibujo, desarrollo del pensamiento y del lenguaje y de la atención visual y auditiva mediante ejercicios de observación, de conversación, narración de cuentos y vivencias, interpretación de historietas, distinción de formas geométricas, agrupación de objetos por su color, forma, tamaño, trazado de líneas, movimientos y ejercicios rítmicos para la coordinación motriz, actividades para la orientación temporal y espacial y para percibir semejanzas y diferencias; además se inician en el mundo del trabajo, el orden, la limpieza. Este aprestamiento se concibe como un trabajo de diagnóstico y preparación para el aprendizaje sistemático. - Fase inicial o de adquisición (primer grado) Mediante ejercicios orales y escritos el niño se inicia en el reconocimiento fonético y gráfico de la lengua y en la adquisición de la lectura y la escritura. Estos ejercicios están en correspondencia con el método que se aplique. - Fase de entrenamiento, ejercitación y consolidación (final de primer grado y segundo grado) Es un período de entrenamiento sistemático de todas las habilidades, con exigencias cada vez mayores. Posteriormente se lleva a cabo la etapa de desarrollo progresivo, afianzando y perfeccionamiento de las habilidades lectoras. Se incrementa la destreza de la lectura mediante textos más complejos y extensos y una mayor variedad de actividades. Se intensifican los procesos de análisis de los textos y la aplicación de técnicas de comprensión. La ilustración en el texto es menos determinante. El texto integra un conjunto de unidades de significación y se trabaja más con las ideas del párrafo. En los grados terminales se enfatiza en el perfeccionamiento de estas habilidades; algunos autores le llaman etapa de instrumentación pues aumenta la independencia del alumno para la selección del material de lectura, la emisión de juicios de valor, el perfeccionamiento de una serie de hábitos y habilidades para una lectura eficiente, el alumno utilizará las destrezas de la lectura como instrumento básico para apoyar sus aprendizajes significativos; se hace énfasis en la lectura silenciosa sin abandonar la lectura oral. En esta fase el texto escrito predomina sobre la ilustración, incluso esta puede omitirse; aumenta la complejidad y extensión del texto, lo que exige mayor grado de abstracción para establecer relaciones. La escuela cubana adopta esta periodización, pero el maestro ha de estar consciente de que enseñar a leer no se limita a la adquisición de la técnica: leer es entender, reaccionar inteligentemente ante el contenido leído, por lo que debe rechazarse el criterio tradicional que divide este aprendizaje inicial en lectura mecánica y lectura comprensiva. El que enseña debe estimular en el niño el deseo de aprender, y por ello debe dar muestra de gran paciencia, destacar los logros, evitar comparaciones, incentivar su participación en la lectura; todo ello contribuye a equilibrar el sistema nervioso y evitar perturbaciones en la lectura (dislexias), de la escritura (disgrafias) y los trastornos del habla. Un niño feliz, confiado, con una buena autoestima, con conductas adecuadas a su edad y con sus funciones básicas y psicolinguísticas desarrolladas a su nivel está en condiciones propicias para iniciarse en el proceso de la lectura y la escritura. Existe una gran variedad de métodos y procedimientos para la enseñanza de la lecto-escritura: cualquiera puede ser excelente en manos del maestro que cree en él y que lo implementa con confianza, con entusiasmo y con respeto ante la diversidad de modalidades de aprendizaje de los alumnos, y el mejor método pierde su eficacia si se le emplea a disgusto, con incertidumbre o con desconfianza. El proceso de la lecto-escritura debe ser ameno y alegre; la ejercitación de lo aprendido garantiza la consolidación. Debe insistirse con el niño que leer es fácil, hacerle énfasis en los logros y no en las posibilidades de fracaso. Desde los inicios de la enseñanza sistemática de la lectura se ha utilizado una gran variedad de métodos (y técnicas) todos los cuales se han considerado los mejores en su tiempo, aunque muchos no trascendieron; entre otras razones, por no tener en cuenta las características del desarrollo infantil. La aparición de un nuevo método trae consigo inquietudes tales como: - ¿qué procedimientos supone? - ¿resulta eficiente para todo tipo de alumnos? - ¿cuáles serán los resultados de su aplicación? - ¿qué le falta? - ¿cómo pudiera mejorarse? - ¿qué trabajo pudiera realizarse con los maestros que lo emplean para que de mejores frutos? - ¿requiere el empleo de muchos medios auxiliares? - ¿son estos medios de fácil empleo? Es numerosa la cantidad y variedad de métodos para enseñar a leer. Existen clasificaciones diversas, pero todas ellas, en general, atienden a criterios como: - La dirección del proceso de enseñanza aprendizaje Sintéticos Analíticos Analíticos sintéticos - El tipo de percepción que prevalece (órgano sensorial de preferencia) Visuales Auditivos Motor verbal auditivo - El orden de tratamiento de la lectura y la escritura Simultáneos Sucesivos Mixtos - El elemento lingüístico que se toma como punto de partida (textos, oraciones, sílabas, letras, sonidos) Los especialistas coinciden en afirmar que no existe ningún método absolutamente superior a otro para aprender a leer y a escribir, e insisten en que un factor determinante es el maestro que enseña; según la pedagoga venezolana Miriam Heller: cuando un alumno no aprende como yo lo enseño, entonces yo lo enseño como él aprende. Las experiencias que se acumulan como resultado de la aplicación práctica de determinado método y los índices de alumnos lectores dan, en la mayoría de los casos, respuesta a estos interrogantes y determinan la aplicación de variantes o de nuevos métodos. En Cuba, en siglos pasados, y hasta los primeros años del presente siglo, han sido de amplia tradición los métodos alfabéticos y silábicos y ha quedado en la historia de nuestra pedagogía, entre otros, el de José A. Caballero, el método Lancaster, la Cartilla Cubana de Moralitos, el método explicativo empleado por Luz y Caballero y la serie de libros graduados de E. Guiteras. Durante la etapa republicana se empleaban métodos diferentes a veces de forma simultánea, ya que había escuelas públicas rurales y urbanas, y escuelas privadas, laicas o religiosas. En dependencia de esto se determinaba el método a utilizar pues no estaba unificado el método de enseñanza. Se orientaba el empleo de un método y en muchas oportunidades el maestro usaba el que consideraba mejor o el más factible en dependencia de las posibilidades que tenían los niños de adquirir los materiales. Con el perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación se introduce el Método Fónico Analítico Sintético, que incorpora a los procesos de análisis y síntesis, presentes en los aplicados anteriormente, el factor fónico, considerando los adelantos de las ciencias en general, y de la psicología y de la lingüística en particular. Su nombre obedece a las características siguientes: Fónico: Se basa en el estudio del habla viva, del sonido. Analítico: Se descompone la oración en palabras, las palabras en sílabas y las sílabas en sonidos. Sintético: Los sonidos se integran en sílabas, las sílabas en palabras y las palabras en oraciones. Su punto de partida es el habla coherente y los alumnos discriminan sus componentes, o sea, tiene en cuenta el principio lingüístico de la primacía de la lengua oral. Responde también a esta ciencia al tener como base el estudio del fonema, atendiendo a las relaciones que se establecen entre los sistemas fónico y gráfico de la lengua. Se estudian los veintidós fonemas y los veintisiete grafemas que los representan, así como las inadecuaciones de nuestro idioma. Durante el aprendizaje se desarrolla el oído fonemático para establecer la cadena sonora en textos coherentes, utiliza para el aprendizaje de la lectura dos procedimientos fundamentales: el análisis fónico y el esquema gráfico. Al iniciar el primer grado se lleva a cabo, durante las primeras semanas, la etapa de aprestamiento. El contenido de esta favorece el desarrollo de habilidades en diferentes líneas del conocimiento que contribuirán a que el niño pueda realizar, con mayor facilidad y éxito, las actividades derivadas de los programas de las diferentes asignaturas en el grado. Como objetivo fundamental de esta etapa, el maestro debe lograr que los alumnos se estimulen a leer, que sientan satisfacción por el éxito que alcancen en sus experiencias docentes y que confíen en sus posibilidades para aprender a leer, escribir y calcular. La etapa se caracteriza por una flexibilidad en la duración de sus actividades, con el objetivo de lograr que los niños ampliando sus posibilidades de mantenerse cada vez un tiempo mayor, concentrados en la realización de una tarea, y a la vez introducir cambios cuando sea necesario, para evitar la fatiga. Comprende cuatro áreas: - El desarrollo del lenguaje (expresión oral y análisis fónico) - El desarrollo sensorial (percepción de forma, color, tamaño y relaciones espaciales) - El control muscular (preescritura, actividades de Educación Laboral y Educación Plástica) - El desarrollo de habilidades para el trabajo con las Matemáticas La etapa de aprestamiento cumple tres etapas fundamentales: educativa, instructiva y de diagnóstico. Una vez concluida la etapa de aprestamiento se inicia la adquisición de la lectura y la escritura con la formación y desarrollo de las habilidades para aprender a leer y a realizar gradualmente una lectura consciente y fluida. Además se motiva al niño para que utilice y disfrute la lectura como medio de aprendizaje y de recreación. Comienza a escribir rasgos, enlaces e inicia el trazado de letras, la formación de sílabas y palabras y la redacción de oraciones. El alumno conocerá de manera práctica algunas nociones relacionadas con la gramática y la ortografía, y se hace énfasis en el desarrollo de la expresión oral y escrita. El aprendizaje de la lecto-escritura mediante el Método Fónico Analítico Sintético responde a ideas pedagógicas de avanzada y no solo atiende los procesos de descodificación, respectivamente, sino también a la obtención del fin legítimo de la lectura: su comprensión. Aprender a comprender es un aprendizaje que debe comenzar lo más tempranamente posible, por ello se considera que debe haber una etapa de preparación que se inicia en el ámbito familiar, con las primeras aproximaciones del niño al texto impreso, mediante la lectura sistemática, la narración de cuentos, la manipulación de libros ilustrados, y, fundamentalmente, al satisfacer la curiosidad infantil ante la magia y la fantasía que emana de un libro. De este modo el niño va aprendiendo a escuchar, se afianzan los lazos afectivos familiares y se va incrementando la comprensión del lenguaje. El proceso metodológico para la enseñanza de la lectura con este método comprende los siguientes momentos: - Presentación del fonema - Presentación del grafema - Formación y lectura de sílabas, palabras y oraciones - Lectura en el texto Los procedimientos incluidos en estos pasos se aplican de manera flexible. Con el perfeccionamiento continuo se introducen algunas variantes en los programas, la metodología de trabajo y el libro de texto, como resultado de su validación práctica, y se le concede al maestro mayor libertad y flexibilidad en su aplicación. En cuanto a la escritura abarca tres momentos fundamentales: - Presentación del fonema cursivo - Trazado del grafema minúsculo y mayúsculo - Escritura de sílabas, palabras y oraciones Tradicionalmente ambos procesos se conciben como una unidad en la cual un elemento refuerza el otro y por eso se enseñan de manera simultánea. Esto se manifiesta en su concepción como proceso de lecto-escritura, forma en que generalmente es denominado en América Latina. En algunas regiones de Cuba se ha adoptado la variante de abordarlos por separado, por lo tanto la lectura procede al acto de la escritura. Al niño se le enseña a leer y cuando alcanza un dominio aceptable de los mecanismos de acción de la lectura comienza el aprendizaje de la escritura, que es procedido por una ejercitación de la coordinación óculo manual y del movimiento de los pequeños músculos de las manos. En una u otra forma que se trabaje, se utilizan los mismos medios y la distribución del contenido está en correspondencia con las particularidades de los grupos. En general, es un método de resultados positivos y larga tradición en muchos países; tiene aspectos afines con muchos de los métodos que se han aplicado con etapas anteriores lo que ha facilitado su asimilación y manejo por los maestros. Durante los años que se viene trabajando con el método fónico-analítico-sintético se han apreciado resultados positivos en el aprendizaje de la lectura, en nuestros niños tanto en el orden cuantitativo como cualitativo. Las cifras son muestra elocuente de estos avances: 73/74 - 77,5 alumnos con objetivos vencidos; + del 90% en el año 99/2000 La pedagoga uruguaya Berta Braslavsky plantea que, según las estadísticas, del 21 al 33% de los niños no aprenden en el 1er. año, independientemente del método, sin duda, por numerosos factores. El método es solo uno de esos factores. En el caso del método FAS, los principales problemas que se observan en su aplicación están relacionados con: - la falta de variedad en las actividades para la presentación del fonema, y en general, en los procedimientos y actividades. - el escaso desarrollo de la expresión oral y de los hábitos de trabajo independiente, fundamentalmente por problemas metodológicos. - dificultades en la discriminación de los fonemas, su articulación y pronunciación. - débil trabajo por la comprensión de la lectura, privilegiando la codificación/decodificación (aspecto mecánico). - el establecimiento de la correspondencia entre lengua oral y lengua escrita (análisis fónico y esquema gráfico). - incorrecta utilización de los procedimiento de análisis, síntesis y el esquema gráfico, fundamentalmente en el proceso de síntesis. - el insuficiente trabajo por el desarrollo del oído fonemático. - el pobre trabajo de formación de palabras y oraciones (este momento no ocupa generalmente un lugar principal durante la lectura; hay poca variedad en las actividades que se planifican). - la selección del vocabulario. - insuficiente participación de los alumnos durante el desarrollo de la clase; formalismo durante la lectura en el texto. - la inadecuada utilización del tiempo En muchas de estas dificultades incide considerablemente la insuficiente; preparación lingüística y metodológica de los maestros para enfrentar el trabajo y por ende, el poco dominio de la metodología establecida. En la etapa de ejercitación y consolidación se reafirman las habilidades ya logradas y se continúa trabajando para lograr la síntesis, y cualidades fundamentales de la lectura como son la comprensión y la expresividad, por lo que se combinan procedimientos utilizados en la etapa de adquisición con otras formas de trabajo. Al leer en el texto se tendrá en cuenta: - Preparación para la lectura (motivación) - Lectura modelo por el maestro. - Actividades preparatorias para la lectura de los alumnos - Lectura por los alumnos - Conclusiones (puede abarcar lectura oral, conversación resumen) El trabajo por la comprensión del contenido del texto estará presente durante todas las actividades. La lectura comprensiva se enfoca como un proceso que avanza gradualmente desde una función receptiva hasta niveles superiores que deben culminar con el desarrollo de un pensamiento abstracto, la utilización de la lectura como medio de información e instrumento de comunicación, la aplicación de los conocimientos adquiridos por la vía de la lectura a situaciones concretas de la vida cotidiana, el disfrute de la lectura como fuente de placer y recreación; en fin, el desarrollo de la inteligencia. La lectura, por su importancia, sigue siendo un tema permanente de estudio; se realizan esfuerzos por la psicología experimental y educativa por comprender el proceso lector. En las últimas décadas del presente siglo, con el desarrollo de la Psicología cognitiva y los aportes de la teoría de la comunicación, se incrementa el interés por este proceso. Se aplican y divulgan diferentes propuestas pedagógicas para la enseñanza de la lecto-escritura y, entre ellas, adquiere un carácter relevante aquella que enfoca este aprendizaje como un proceso de construcción en que el niño es el protagonista y el rol del maestro no es el de enseñar en el sentido tradicional de transmitir conocimientos. Sus seguidores sostienen que las estructuras cognoscitivas no están preformadas en el sujeto, sino que este las construye a través de su acción sobre los objetos y de la coordinación de sus propios puntos de vista y los de los demás. El niño no reproduce información sino que la elabora, y la escuela debe favorecer esa elaboración por medio del intercambio. El verdadero protagonista es el grupo, pero en ese grupo está incluido el maestro, los niños están conscientes de que este sabe más que ellos. De hecho, la escuela debe aceptar que el alumno ya tiene construcciones sobre el objeto de conocimiento y es capaz de continuar construyéndolo sin esperar a recibirlo pasivamente de un adulto. Esto exige: - Indagar cuáles son los conocimientos con los que los niños llegan al aula. - Tener en cuenta que los alumnos están en momentos diferentes de acceso a la lengua escrita. - Evaluar permanentemente el desarrollo del proceso y tener en cuenta que los ritmos de aprendizaje no son iguales y que el parámetro de comparación es el proceso de cada alumno. - Dar oportunidad al niño de interactuar con los textos. - No reducir la enseñanza a una cuestión única de métodos y recetas. Sobre todo ha de tenerse en cuenta que no puede asimilarse la concepción constructivista como una metodología didáctica particular ( ), no existe una metodología didáctica constructivista, lo que hay es una estrategia didáctica general de naturaleza constructivista. (1) Se plantea que la práctica pedagógica para aprender a leer y a escribir debe irse construyendo y definiendo cotidianamente a partir de los problemas, preguntas, necesidades, aprovechando las situaciones comunicativas y las que el medio proporciona, lo que implica interpretar lo que los niños dicen y hacen, informarse, buscar nuevas alternativas. Existe una amplia bibliografía sobre esta temática y resultados de su puesta en práctica en diferentes países con las implicaciones pedagógicas, metodológicas y administrativas de estos proyectos. Con la utilización de una u otra variante, resulta importante considerar la validez del elemento fonético, por las características del idioma español, y que el niño descubra el principio alfabético, pero teniendo en cuenta que en el proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura favorece mucho el hecho de que los textos sean significativos motivantes, familiares y respondan a los intereses y necesidades del que aprende. Como los resultados no son óptimos y en muchos casos siguen siendo a veces contradictorios, el maestro debe replantearse constantemente sus estrategias de enseñanza, y tener en cuenta las características de sus alumnos para dar atención a la diversidad dentro del grupo, en cuanto a niveles de desarrollo, ritmos de aprendizaje y potencialidades dificultades que puedan presentar para enfrentarse a estos procesos, que por su complejidad, siguen siendo centro de atención de investigadores y especialistas de esta importantísima temática. (1) C. Coll. Psicología Genética y aprendizaje. México. 1983. Para apoyar el proceso de aprendizaje durante la etapa de adquisición y ejercitación de la lectura y la escritura, el maestro puede valerse de juegos didácticos, ejercicios y otras actividades complementarias como las que se relacionan a continuación: Juegos: Vamos a pescar. Cada uno a su casa. La escalera. Viajemos a la luna. Camino hacia la escuela. Recogiendo café. Las frutas de mi país. Caretas para el carnaval. El palomar. ¿Quién quiere ser malabarista? Las flores de mi jardín. Cruzando el río. La palma que crece. Llegó el cartero. El tesoro escondido. Otros ejercicios y actividades: - Sustituir dibujos por palabras en un texto. - Observar ilustraciones de objetos, animales, personas y escribir el nombre. - Lotería de palabras. - Dominó de palabras e ilustraciones. - Relacionar palabras u oraciones a ilustraciones. - Adición, omisión y conmutación de letras o sílabas en palabras determinadas. - Unir sílabas para formar palabras. - Palabras revueltas para formar oraciones. - Jeroglíficos. - Acrósticos. - Adivinanzas. - Trabalenguas. - Rimas. - Puzzles. - Crucigramas con ilustraciones. - Ilustrar textos u oraciones. - Unir, mediante líneas, el inicio de una oración con el final correspondiente. - Juego de definiciones. - Caminatas de lectura. - El grafómetro. - Envolturas, etiquetas, material publicitario - Aula letrada. - Trabajos con los nombres. - La lista de asistencia de los alumnos. - Juego de cajas con palabras. - Juego con dados. - Móviles. - Juegos con cartas. - Rompecabezas. - Juegos de memoria. - Juego con el cubo mágico. - Tablero con pistas. - Bolos. - El almanaque o calendario. La aplicación del Método Fónico Analítico Sintético presenta ventajas con relación a otros métodos utilizados en etapas anteriores en nuestro país. Es indudable que cada nueva metodología trata de apropiarse de lo mejor de la experiencia anterior con el fin de viabiliza r la adquisición de ese proceso tan complejo que es la adquisición del instrumento de la lectura. Hay una gran diferencia en el desarrollo del pensamiento y el lenguaje de un niño cuando aprende a unir letras sin sentido en sílabas arbitrarias, a cuando por el contrario, desde el primer momento se parte de un texto u oración cargados de significado, que le evocan situaciones familiares y le llevan a descubrir los signos que, agrupados en sílabas y vocablos, transmiten sentimientos, pensamientos e ideas. Todos los métodos permiten enseñar a leer a los niños, si no lo hicieran ¿quién los emplearía?. Pero el verdadero problema radica en saber cuáles serán las consecuencias lejanas para el niño por haber empezado a leer por un método o por otro. (Dottrens, Didáctica de la Esc. Primaria, 1966) Bibliografía básica. - Autores varios. Revista Pedagogía, Leer y escribir (Monografía) Barcelona. España. 1982 - Idem 1993. - Castro Margarita. La enseñanza de la lengua escrita y de la lectura. Colombia. 1994. - Dottrens R., Didáctica de la escuela primaria. U.N.E.S.C.O. Argentina. 1987. - García Pers,D., Didáctica del idioma español, Tomo 1. Ciudad de la Habana. Editorial Pueblo y Educación, 1976. - Gayoso, N. y otros: A leer. C. de la Habana. Pueblo y Educación, 1988. - O. Metodológicas de primer grado. Tomo I .C. Habana. Pueblo y Educación 1988. - Gray, W Enseñanza de la lectura y la escritura. UNESCO, 1957. - Inotroza De Celis, Gloria, Estado del arte de la enseñanza del lenguaje en la región. UNESCO, OREALC, 1996. - Luna M. y otros. Cuadernos de escritura 1 y 2. Ciudad de la Habana. Pueblo y Educación. 1988. - Aprender a Formar niños lectores y escritores. Edic. Domen, Chile, 1996. |
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