En esta ocasión comparto ideas aplicadas en el aula, que permitieron desarrollar experiencias de aprendizaje de matemática con estudiantes de 10 a 12 años más allá de las clases frontales o modelo magistral.
El patio como cuaderno de aprendizaje :
Surgió la posibilidad de usar el patio durante las clases de matemática. Ampliamos los cálculos desarrollados en los cuadernos usando el patio del establecimiento, los estudiantes ya no se sentían limitados por el espacio de sus hojas de cuaderno ni por el cuadriculado de las hojas, les encantó escribir con tizas en los pisos del colegio, comenzaron a querer ser parte de las actividades, ese año iniciaba el uso de celular en forma masiva y marzo nos encontramos con estudiantes que no escuchaban las clases, ni levantaban la cabeza a mirar la pizarra, menos mostraban interés por hacer guías, la inciativa comenzó a acercarles a matemática.
Sumamos a la inciativa anterior, los tutores de matemática, compañeros de curso muy motivados por aprender, algunos muy tímidos y con pocas redes de amistades dentro de los cursos:
No teníamos tantos recursos para formar los grupos de tutores que ayudaban a pequeños grupos de estudiantes en el desarrollo de las actividades de aprendizaje, por ello, creamos pizarras de papel y cinta adhesiva que, con una simple hoja de papel blanca, papel lustre, cartulina u hoja de block forrada con cinta adhesiva transparente y plumón, se transformaron en espacios de cálculo y análisis grupales. Grupos en los cuales surgió la amistad, la valoración, el respeto y la confianza.
El trabajo colaborativo y pensamiento crítico como también la autonomía, comenzaron a tener un espacio destacado. Además, de surgir líderes y aumentar la empatía e inclusión entre los mismos estudiantes. Usamos el principio de los rincones de aprendizaje para entregar lugares cómodos y no frontales de desarrollo de las actividades de aprendizaje durante las tutorías y clases demostrativas, teníamos estudiantes que declaraban que ya disfrutaban más de las clases y se comprometían aún más con sus avances, con sus procesos, se hacían más conscientes de qué sabían, cuáles eran sus potenciales, cómo aprendían mejor, qué debían seguir reforzando, se favoreció su autoimagen y autoestima, cuando se les daba libertad de elegir si quería estar sentado en el piso, en sus espacios de grupo, en sus cojines o en los puestos tradicionales para escuchar las explicaciones del contenido en las clases dirigidas, ellos elegían espacios libres, mantenían el interés por ser parte y colaborar con las actividades y el aprendizaje de sus pares. Más adelante, se les propuso aprender con mesas y sillas distribuidas en O, C, L o en filas tradicionales de modo que eligían las organizaciones de aula según los temas o funciones que desarrollarían, los estudiantes a esas alturas del año, "ya eran más protagonistas de sus procesos de aprendizaje".
Sumado a todo esto, comenzamos a reciclar tanto en casa como en el establecimiento, todo tipo de recipientes, papeles, cajas, lana, etc que nos permitieran aprender los conceptos matemáticos en estudio, usamos incluso, casas de muñecas, cables y pilas, ampolletas, juguetes en desuso que se vendían en las mismas ferias de pulgas del colegio, los estudiantes empezaron con esta iniciativa a descubrir la matemática en el mundo que les rodeaba y dar explicación desde la matemática a sucesos observados. Pasaron los meses y ya nuestra sala de clases "se componía por todo el espacio físico del colegio", nos trasladábamos buscando regularidades, patrones, encuestando, graficando, midiendo, identificando formas, buscando la probabilidad de ocurrencia de sucesos a investigar, una gran experiencia, le dieron vida a un kiosco y espacio vacío, con los desafío de recreos, dónde llevando sus lápices respondían a preguntas, resolvían problemas y sus respuestas quedaban registradas para ser leídas por la comunidad escolar.
Juicio socrático y fortalecimiento de los aprendizajes y habilidades de conocer, compreder, análisis y evaluación:
Avanzando los meses, se tornó más desafíante el proponerles actividades, como el díálogo ya comenzaba a fluir con mayor profundidad producto de los meses de tutorías, se les propusieron : Los tribunales de abogados matemáticos, o juicios matemáticos. El pensamiento crítico y los juicios matemáticos en las clases nos permitieron poner en marcha los paneles de abogados y jueces que defendían hipótesis o conjeturas de geometría, el entusiasmo por ser parte, hizo que los estudiantes aprendieran incluso de sus familiares a litigar, nos apoyamos en el juicio socrático y tuvimos incluso, padres asistentes a algunos juicios al triangulo rectángulo, a los cuadriláteros y el cuadrado, a los ángulos, etc.
Todo comenzó con el cambio de los lápices y cuadernos por tizas y grandes espacios para escribir "los pisos de cemento". Se crearon desafíos de la asignatura para compartir como afiches en los patios, dados de desafíos con cajas de cartón forradas con papel Kraft, dando un matiz a los recreos y horarios de entrada y salida al colegio. Empezamos a tener más estudiantes en sala desafíandose en la pizarra unos a otros o enseñándose mutuamente, que en el patio del recreo.
Trabajar en el patio los aprendizaje de matemática, logros y desafíos con tiza en el piso:
Estas iniciativas permitieron que la comunidad se hiciera parte del aprendizaje de los estudiantes que compartían sus actividades de aula al resto de los estudiantes, desde de 1ero básico a 7mo podían ver en los recreos, el trabajo realizado por los 6tos básicos en sus clases de matemática, ya que quedaban retratadas en los patios con tiza o afiches. Podíamos observar y escuchar a estudiantes de diversos cursos, detenidos contemplando o comentando los cálculos retratados en el piso por medio de tiza. Nos motivó así, poder ayudar a dar a conocer el aprendizaje matemático, compartir buenos ejemplos y explicaciones simples como profundas.
Juegos con números de papel en los polerones, como si fuesen camisetas de futbol:
Con el paso del tiempo, comenzamos a unir la actividad física y matemática, en los patios comenzaron a jugar aprendiendo múltiplos, factores, aplicando propiedades de los números y operaciones, recordando características de los conjuntos numéricos en estudio, etc, correr, saltar, jugar a la pinta, al pillar se unieron a matemática y los conectó, con sus primeros años de juegos.
Una muy bonita actividad, a esas alturas del año, el celular tenía un uso investigativo, complementario guiado, se hizo una herramienta de matemática y los estudiantes, se reconectaron con el entorno y sus juegos de niñez.
Esta experiencia de abrir el aula al entorno cercano:
Logró activar la autoestima, autoimagen y acercar a los estudiantes a la asignatura. Se observó, además, el aumento del interés por aprender representaciones gráficas de los contenidos en estudio, dialogar acerca de los temas en aprendizaje, ser parte de la clase. Incluso, se pudo detectar que estudiantes de distintas edades (de otros cursos en los recreos) explicaban o comentaban las actividades a sus pares o con los mismos estudiantes que las estaban desarrollando.
Fiestas de los números
La fiesta de los números tiene relación con crear una experiencia en la cual los estudiantes se pueden disfrazar o preparar vestimentas que representen regularidades, características, propiedades u otro aspecto específico del conjunto numérico, operaciones básicas, tema en estudio. Los estudiantes se motivaron por representar su conjunto numérico favorito, muchos animados por el infinito, coincidieron en esta temática. Organizamos la sala de clases con decoración acerca de los contenidos en estudio. Dentro de la actividad se realizó una dinámica de conocerse en conversaciones de 5 minutos, donde al escuchar el timbre todos cambiaban de pareja para luego, conversar preguntando por el contenido, tema, regularidad, propiedad o número del cual se trataba su traje. Compartían sus conocimientos en cada cita. Finalizamos con una convivencia de colaciones.
Santo y seña para ingresar a la sala según el contenido tratado en la clase anterior.
Esta estrategia resulto ser muy entretenida y motivadora para repasar el día anterior, lo aprendido en las clases de la semana. Los estudiantes al ingresar debían responder la contraseña "santo y seña" que se les proponía. Cada 3 estudiantes que ingresaban a la sala de clases luego, del recreo, se cambiaba el santo y seña para dinamizar la propuesta. Este tipo de actividad logró capturar la atención y concentración de los estudiantes que ingresaban y los que ya estaban dentro de la sala de clases, quienes escuchaban atentos para retroalimentar o corregir respuestas.
Stickers de retroalimentación de los aprendizajes
Para dar espacio a la retroalimentación de los desempeños en distintas actividades, he creado stickers de retroalimentación, donde el formato permite valorar el desempeño del estudiante, dar sugerencias y proponer metas o desafíos personalizados. El formato para imprimir podrán descargarlo en mis recursos.
Encuestas en el colegio
Para enseñar la unidad de gráficos de barras y circular conectado con porcentajes hemos trabajado con los estudiantes el rol del encuestador y diseñaron sus credenciales. Encuestaron a los integrantes de la comunidad por 2 días, consultando por necesidades de mejora del establecimiento, preferencias de música, comida, video juegos, películas, deportes, ambientes de aprendizaje, tipos de actividades de inicio de las clases, juegos en el aula, entre otros. A raíz de los análisis realizados los estudiantes propusieron actividades complementarias para desarrollar las clases de la unidad, como por ejemplo demostrar sus aprendizajes encuestando a sus familiares, creando iniciativas de mejoras para el colegio en cuanto a ofertas de talleres, etc.
La búsqueda del tesoro
Con esta actividad los estudiantes por 1 semana recorrieron todo el colegio buscando tesoros escondidos. Para desarrollar esta actividad en la clase de ejes y coordenadas, recibieron un mapa del tesoro, con las brújulas de sus celulares buscaron por una semana el gran cofre de tesoro. Cada día les dejaba en distintos lugares del colegio, pistas acerca de la ubicación del gran tesoro. Al acercarse al tesoro encontraban pequeñas sorpresas que los incentivaba a seguir. Fue tanto el revuelo de la actividad, que se sumaron muchos estudiantes de distintos cursos del colegio a la búsqueda del tesoro. Esperaban los recreos para salir corriendo de las salas para buscar nuevas pistas. Les entregué pistas escritas en huinchas de papel a los profesores, paradocentes, directivos, para que respondieran a los estudiantes cuando ellos, les pedían pistas del tesoro. Estas pistas se podían leer si manejaban el contenido en estudio, algunas pistas requerían resolver operaciones básicas, porcentajes, entre otros desafíos. La actividad fue una gran oportunidad de trabajo colaborativo con toda la institución, como también, dio mucha emoción y entusiasmo a la clase de matemática.
Comparto fotografías, de algunas de estas experiencias vividas, en la galería fotográfica de este portal.
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