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Los microcuentos como una forma de aprendizaje

   El trabajo colaborativo y el interés por el aprendizaje son el motor fundamental de este proyecto llamado "Tongoy en Cien palabras". Todo nace como una inquietud del área de Lenguaje que, apoyada por el profesor de Inglés, quien tiene gran dominio de la artes plásticas,  dan el impulso a un sueño que dio origen a un Libro digital e impreso, creado por los estudiantes del Liceo Carmen Aurora Rodríguez Henríquez, de la localidad de Tongoy.

   Este proyecto surge con la idea de ayudar a disminuir la brecha social entre nuestra localidad de Tongoy respecto a las principales ciudades de la comuna, que son Coquimbo y La Serena. Esto, fundamentado en que los estudiantes de nuestro establecimiento presentan un 95,4% de vulnerabilidad (IVE), estadística emitida por JUNAEB, por lo que la posibilidad de deserción entre ellos es bastante alta.  Por otro lado, según los últimos índices de desempeño, nuestro liceo está ubicado en la categoría medio  y queríamos mejorar y, así, entregarles más oportunidades a nuestros jóvenes.  Por lo anterior, vislumbramos que despertar el interés por la lectura y la creación literaria de los jóvenes Tongoyinos, promover el gusto y el amor por su identidad local, personajes típicos, tradiciones y, por qué no, escritores cuya cuna esté ligada con la localidad, sería un buen puntapié inicial para comenzar a trabajar. Unido a lo anterior, queríamos fomentar el interés por la lectura en los jóvenes de la comunidad, a través de la investigación, salidas a terreno y posterior creación colectiva de cuentos breves sobre la identidad local, donde ellos, a través de su cosmovisión, pudieran mostrar cómo es Tongoy, quiénes lo habitan, por qué las personas son así, etc.

   La creación de microcuentos estuvo a cargo de estudiantes de Primero y Segundo Medio: Los jóvenes del Primero medio estuvieron a mi cargo, mientras que los segundos medios, estuvieron guiados por mi colega Pamela Valdenegro, también docente de lenguaje y comunicación. Ambas realizamos dos talleres: 

  1. Lee y disfruta de un microcuento: Este taller tenía como finalidad que los participantes leyeran y disfrutaran de los microcuentos. Guiados por nosotras, lograron un primer acercamiento a la estructura, formato y estilos utilizados por los escritores que realizan este tipo de textos narrativos. A su vez, busca la reflexión sobre temáticas sociales en un número reducido de palabras.
  1. ¿Cómo crear un microcuento?: Se buscaba que los estudiantes conocieran cómo redactar microcuentos de manera efectiva, apoyados por las tutoras, para que lograran a cabalidad su objetivo: el impacto en el lector.  Este taller dio origen a un tercero, llamado A crear microcuentos, donde participaron los mismos estudiantes, logrando pulir su trabajo, mejorarlo y leerlo a sus compañeros.

   La creación de las Ilustraciones fue guiada por nuestro colega de Inglés, el teacher Alexis Vallejos Mondaca, quien les enseñó a los estudiantes de Primero, Segundo y Tercero medio, algunas técnicas para poder pintar y dibujar de manera mucho más creativa y efectiva.

   Finalmente, la etapa denominada Confeccionar el libro Tongoy en Cien palabras, estuvo a mi cargo; las estudiantes de Tercero medio Pía García, Karen Carraro y Antonia Zambra, encuadernaron el libro y lograron el producto final que es el que posteriormente se mostró a la comunidad en un hermoso acto en La Casa de la Cultura de Tongoy.

   Desde su gestación, el proyecto Tongoy en Cien palabras fue pensado con el objetivo de unir a la comunidad del liceana. Surge como una inquietud de los docentes, que fue recogida por el Centro General de Padres y Apoderados, posteriormente, la encargada de Proyectos Macarena Contreras Galleguillos se preocupó de que estuviera en orden y que cuadrara con el formato de los Fondos de Fortalecimiento de Organizaciones de Interés Público (FFOIP) del Ministerio Secretaria General de Gobierno.

   Este hermoso proyecto, permitió que todos los integrantes de los estamentos formaran parte de la construcción de él, lo que finalmente nos entregó este fruto: un libro creado de principio a fin por estudiantes de enseñanza media. Además, se logró un trabajo mancomunado entre estudiantes de diversos niveles que, habitualmente, no comparten más que en los recreos, lo que les permitió, ver otras facetas de sus compañeros, pero, por sobre todo, permitió que la comunidad de Tongoy pudiese ver lo maravillosos que son los estudiantes que asisten a este liceo.

   Con él, los estudiantes pudieron desarrollar habilidades como la creatividad, tanto en la producción de microcuentos, como en las ilustraciones, la reflexión crítica de su entorno, la observación de su contexto, el trabajo en equipo, y sumado a lo anterior, lograron amar mucho más a su localidad.

 

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