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Paper: Diálogo entre Pablo Picasso y Rafael Alberti.

Diálogo entre poesía y pintura: una mirada analógica en Los ocho nombres de Picasso y Los ojos de Picasso de Rafael Alberti.

 

Carmen Gloria Carvajal V

Magíster en Literatura

Universidad Playa Ancha de Valparaíso

 

 

-------------------------------------------------Resumen--------------------------------------------------

El artículo explora la dimensionalidad dialógica que se puede sostener entre los poemas de Rafael Alberti Los ojos de Picasso y Los nombres de Picasso con la figura del pintor, sosteniendo tal efecto en la mirada hermenéutica a través de la analogía como interpretación poética propuesta por Mauricio Beuchot.

Palabras Claves: Alberti, Picasso, hermenéutica, analogía, dialógica, mirada y lenguaje, Beuchot.

--------------------------------------------------Abstract--------------------------------------------------

This article explores the dialogic dimension supported in Rafael Alberti´s  poems : Los ojos de Picasso and Los nombres de Picasso  including his picture. This effect is supported using the effect of an hermeneutica  looking  using   the  analogy as a poetic  interpretation’ Beuchot.

Key Words:Alberti, Picasso, analogy, dialogic, look & lenguage, Beuchot.

 

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La vida de Rafael Alberti estuvo siempre rodeada de plástica. Desde temprano se interesó en la pintura y, tal como lo dice en sus poesía:

 

Mil novecientos diecisiete.

Mi adolescencia: la locura

Por una caja de pinturas,

Un lienzo en blanco, un caballete…[1]

 

            Por sus venas corre sangre italiana, irlandesa y, afortunadamente para España, andaluza. Tres razas que le darán esa energía que le es tan propia. De las azules costas mediterráneas tendrá que irse en contra de su voluntad con su familia a Madrid. Nunca le perdonará a su padre tal decisión. Para aplacar sus tardes de aburrimiento, Alberti visita el Museo del Prado innumerables veces y se embelesa con la pintura. Decide pintar a pesar de la oposición de su padre. Es, entonces, junto al mar y a las pinturas que perfila su mirada poética.

            Adulto crea lazos de amistad incondicional con Lorca, Buñuel, Neruda y Picasso, entre otros. Y es aquí donde se embelesará con la figura genial de pintor, a quien Alberti le denominará “monstruo”. Esta amistad incorruptible inspirará al poeta a escribirle cuatro libros. Del primero de ellos, Los ocho nombres de Picasso I (1970) es que extraemos dos poemas: Los ocho nombres de Picasso y Los ojos de Picasso a los cuales se le dará una interpretación a partir de una mirada analítica propuesta por Mauricio Beuchot en su libroTratado de hermenéutica analógica.[2]

            Para darle una primera interpretación, se debe recordar que, por una parte, se debe respetar la intención del autor, pues el texto le pertenece. Por otro lado, al plasmarlo deja de pertenecerle y está abierto a toda interpretación subjetiva por parte de los lectores. Nuestra mirada aportará algo más que no será lo último  leído en el texto poético. En este decir algo y decirnos algo es donde vive la dialéctica, esta articulación de las relaciones modales entre universos y entre mundos.

            Beuchot propone un modelo llamado análogo. Para la semántica, lo análogo tiene un margen de variabilidad significativa que le impide reducirse a lo unívoco pero que también le impide dispersarse en la equivocidad. Así, la interpretación analógica, abarca la analogía metafórica, la analogía de atribución y la analogía de proporcionalidad:

 

En la metáfora decimos "el prado ríe", y lo entendemos por analogía de proporcionalidad entre la risa del hombre y lo florido del prado: ambos se relacionan con la alegría. La analogía de proporcionalidad propia asocia términos que tienen un significado en parte común y en parte distinto, como "la razón es al hombre lo que los sentidos al animal". La analogía de atribución implica una jerarquía, en la que hay un analogado principal, al que se atribuye el término de manera más propia y otros analogados secundarios, a los que se atribuye por relación a ese término principal, por ejemplo "sano" se atribuye al organismo, al clima, al alimento, a la medicina y a la orina; pero al organismo porque de modo propio tiene salud, al alimento porque la conserva, a la medicina porque la restituye y a la orina porque la manifiesta como signo. Todos esos tipos de analogía (de desigualdad, de atribución, de proporcionalidad propia y de proporcionalidad impropia o metafórica, constituyen el modelo analógico.

 

            La analogía de atribución indica que, a pesar de que hay diferentes interpretaciones del texto, algunas logran mayor objetividad.  La analogía de proporcionalidad  busca la proporción siguiendo porciones coherentes.

            El poema Los ocho nombres de Picasso, presenta una estructura circular, pues se inicia apelando a Picasso tras una pregunta retórica y termina denominándolo de igual manera:

 

¿Qué hubiera sido de ti, Pablo,

si de entre los ocho nombres

con que fuiste bautizado

hubieras preferido al de Pablo Picasso...

 

A continuación, nombra los ocho nombres según el parte de nacimiento hasta finalizar con el verso aislado de: “Sólo PABLO PICASSO.” Hay que destacar que al finalizar el poema y concluir que su mejor opción fue la de Pablo, el hablante lírico lo enuncia con letras mayúsculas, lo cual engrandece aún más la figura del pintor.

Pablo Picasso fue bautizado realmente con ocho nombres, cada uno de un santo diferente. Éste, el de nominar  a los hijos con nombres de santos, es una costumbre típica del pueblo español extremadamente devoto a la haliografía católica.

El hablante lírico cuestiona desde el primer instante a este pintor y saca a relucir, cual juego infantil, los ocho nombres. Y se cuestiona el por qué de la elección. Es posible que aún sin firmar con ellos, cada nombre haya estado presente en la monumental obra de Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Crispín Crispiniano de la Santísima Trinidad Picasso y López.

Pablo significa “el menor”[3] . San Pablo antes de la conversión al cristianismo, perseguía a todos los que seguían a Jesús. Un día, mientras se dirigía a Damasco para llevar a cabo esta misión, le envolvió un resplandor del cielo, cayó del caballo y oyó la voz del mismísimo Jesucristo. Pablo se hizo cristiano[4] y Picasso se hizo pintor.

Diego, el “que es muy instruido” habría estado bien. La objeción a esta elección es, sin duda, Diego de Velásquez. La comparación sería eterna.

José, “al que Dios engrandece”. Tal vez muy hebreo para un país tan católico con el recuerdo permanente de la expulsión de los judíos en 1.492.

Francisco, “que viene de Francia”. Francisco de Paula fundó la institución de la Orden de los Ermitaños de San Francisco de Asís, conocidos como "Los Mínimos"”. La objeción: el pintor realista Francisco de Goya.

Juan Nepomuceno nació en 1350 en Pomuk, Bohemia. Fue lanzado al río por el rey Wenceslao IV desde un puente de Praga al río Moldavia para que falleciera. El suceso ocurrió en 1393. Probablemente, el motivo fue que Juan Nepomuceno no quiso revelar al rey las confesiones que le hizo la reina Juana. Nadie iba a respetar a un pintor en España, queriendo ser español sin cuna española.

María de los Remedios Varo Uranga fue otra pintora ibérica. Nació el 16 de diciembre de 1908 en Anglés, España y era amiga íntima de Bretón. Lo confundirían con una mujer.

Crispín, muy pequeñín para el monstruo de “le gran monde” y Crispiniano, santos de los zapateros: poco sublime para la genialidad de Pablo. Además, no habría podido romper con lo dogmático e insertar en sentido hierático más allá de lo representativo.

Siendo un artista, un creador, alguien que en su propuesta teje en base a lo cognitivo, afectivo y motriz no cabe duda que le fue más cómodo y grato el nombre de Pablo.

Para llegar a tal deducción, Alberti recurre a lo que le es familiar, el juego. Y utiliza un lenguaje ajeno al de la poesía: el de la publicidad y la prensa. Así prueba a jugar con los nombres y se imagina:

 

PRIMERA EXPOSICIÓN EN BARCELONA DE DIEGO

PICASSO

HA LLEGADO A PARIS JOSÉ PICASSO

CUADROS Y DIBUJOS EN LA GALERÍA VOLLARD DE

FRANCISCO DE PAULA PICASSO

ENCUENTRO DE MAX JACOB CON

JUAN NEPOMUCENO PICASSO

GUILLAUME APOLLINAIRE: “EL CUBISMO DE MARIA

DE LOS REMEDIOS PICASSO”

DE GOYA A CRISPÍN PICASSO

LOS GLORIOSOS 85 AÑOS DE CRISPINIANO DE LA

SANTÍSIMA TRINIDAD PICASSO?

 

Alberti advierte que sus otros nombres quedaron en la libreta como “posibles hermanos” y es mejor la elección hecha: “Sólo PABLO PICASSO.”

 

En Los ojos de Picasso, resaltan las enumeraciones que sobrecargan el tiempo imaginario del lector y que, además, nos saturan de información. Este poema, al igual que el cubismo, está pleno de tridimensionalidad pues Alberti, con la palabra, intenta abracar toda la realidad poética del referente y lo adapta a su qué hacer pictórico. Para ello, omite los conectores para darle la velocidad de la enunciación del hablante lírico.

La tercera esposa de Pablo, Jacqueline, es la destinataria de la dedicatoria. No deja de asustar lo que parece una sentencia: “A Jacqueline, que vive siempre dentro/ de los ojos del monstruo” Este monstruo que se identificó con el minotauro y lo llenó de virilidad y erotismo.

Luego viene el epígrafe que nos servirá de base para la lectura de este poema,  tres versos de Altazor de Vicente Huidobro:

 

El ojo humano, el ojo luz,

El ojo caos, el ojo universo,

El ojo eternidad...

 

Se nos anticipa que el ojo de Picasso será el universo y el caos, la eternidad.

En la analogía metafórica encontramos versos tales como: “El ojo de la cerradura/ por el que se ve la pintura”, “El ojo de la aguja/ que sólo te ensarta cuando dibuja”  Picasso se convierte en un gran ojo, llegando incluso a niveles hiperbólicos: siete ojos, mil ojos. Omnipresente, omnisapiente y omnipotente. La trinidad creadora en un sólo ojo. Estos “Ojos animales, /letales, /mortales, /umbilicales” que tiene el poder de dar y quitar vida.

Da la impresión de que cada verso es una pincelada o un fragmento de algún cuadro del pintor.

La analogía de proporcionalidad, según Beuchot, tiene rasgos en común con otro elemento, pero se diferencian en proporciones. “Mátenme esos ojos, /virojos, /pintojos, /ojos trampantojos” Alberti acuña las palabras virojos y pintojos, pues es una síntesis de ojos que viran y ojos que pintan. Los trampantojos, tan comunes en España, son dibujos que se pintan en murallas para dar sensación de espacio o por simple estética.

Esta proporción va en estrecha relación con la hipérbole, que es la exageración de las cosas. Así, Alberti, pide para Picasso:

 

“Todo el amor para esos ojos.

El cielo entero para esos ojos.

El mar entero para esos ojos.

La tierra entera para esos ojos.

La eternidad para esos ojos.”

 

 

La analogía por atribución, los términos análogos principales son, indican varios elementos pero todos de manera organizada.

 

 

El ojo avizor,

Agresor, abrasador,

inquisidor.

El ojo amor.

 

Pues, el ojo cubista está siempre listo, preparado, es agresivo porque arremete lo intocado antes de ser mirado, lo redescubre, lo quema, lo desconstruye, lo juzga, lo ama.

“La verdad lo es en la correspondencia de su discurso con su mundo creado”, dirá Valeriano Bozal en Mirada y Lenguaje. Alberti nos muestra un orden del mundo en ese caos.

En conclusión, no cabe duda rescatar el icono más representativo del cubismo analítico: el ojo.

La mirada vanguardista será retiniana. “El artista trabaja a partir de aquellos elementos que son propios de la mirada real de un sujeto”, dirá Valeriano Bozal[5]. El cubismo adoptará diversos puntos de vista. Querrá abarcar todo, al igual que esta mirada poética de Alberti, donde querrá abrazarlo todo en unos cuantos versos:

 

Luego te compone

O te descompone,

La nariz te quita,

Luego te la pon, después te la quita

O te pone dos (...)

 

Te ve del revés,

Todo dividido,

Tundido, partido,

Cosido, raído,

Zurcido, fluido.

 

En estos versos son múltiples las miradas, las de Picasso en sus cuadros, las de Alberti de los cuadros y nuestra mirada frontal del poema.

En conclusión, la mirada de Alberti se proyecta poéticamente como la imagen creada que si bien es cierto tiene su origen en el mundo empírico, se plasma en una realidad poética donde se permite, con el lenguaje mismo, construir y desconstruir a este Picasso.

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

* Beuchot,Mauricio: Tratado de hermenéutica analógica, México: UNAM, 1997. Edición digital, 20 de noviembre de 2000.

* Biblia, Hechos de los Apóstoles 9,1-19.

* Bozal, Valeriano: Historia de las ideas estéticas y de las teorías contemporáneas, Visor, Madrid, 1996. Tomo II.

* Enciclopedia Católica, Copyright © ACI-PRENSANihil Obstat, March 1, Estados Unidos, 1907. Todos los datos de santos fueron sacados de este libro. Versión digitalizada.

* Mateo, María Asunción: Rafael Alberti para niños, Ediciones de la Torre, Madrid, 1990., página 12.

 




[1]
María Asunción Mateo, Rafael Alberti para niños, Ediciones de la Torre, Madrid, 1990., página 12.

[2]Mauricio Beuchot,Tratado de hermenéutica analógica, México: UNAM, 1997. Edición digital, 20 de noviembre de 2000.

 

[3]Enciclopedia Católica, Copyright © ACI-PRENSANihil Obstat, March 1, Estados Unidos, 1907. Todos los datos de santos fueron sacados de este libro. Versión digitalizada.

[4]Ver en la Biblia, Hechos de los Apóstoles 9,1-19.

 

[5] Valeriano Bozal,Historia de las ideas estéticas y de las teorías contemporáneas, Visor, Madrid, 1996. Tomo II.