En un contexto escolar cada vez más desafiante, la Escuela Monteleón de San Nicolás, Región de Ñuble, ha demostrado que es posible transformar la convivencia escolar a través de prácticas innovadoras y colaborativas. Bajo el liderazgo de su encargado de convivencia escolar, el establecimiento ha desarrollado un exitoso proyecto de investigación-acción para enfrentar de forma efectiva las conductas disruptivas en el aula.
Diagnóstico y punto de partida
Con una matrícula de 150 estudiantes y un alto índice de vulnerabilidad (92% de estudiantes prioritarios y preferentes), la Escuela Monteleón se enfrentaba a un aumento significativo de comportamientos disruptivos que afectaban el clima de aula y el proceso de enseñanza-aprendizaje. La falta de herramientas sistemáticas para abordar esta problemática exigía una respuesta pedagógica estructurada y participativa.
Metodología: Investigación-Acción como eje transformador
La metodología de investigación-acción, caracterizada por su enfoque cíclico de diagnóstico, intervención, evaluación y retroalimentación, fue el camino elegido para afrontar este desafío. Esta metodología permitió una reflexión crítica constante por parte del equipo docente, generando un aprendizaje colectivo que fortaleció el trabajo colaborativo y el compromiso institucional.
El equipo implementó una batería de instrumentos de diagnóstico y seguimiento, incluyendo registros conductuales, pautas de economía de fichas, rúbricas de talleres para estudiantes y apoderados, así como tablas comparativas de frecuencia de conductas antes y después de la intervención. Esta sistematización fue clave para evidenciar los avances y ajustar estrategias según los resultados obtenidos.
Buenas prácticas implementadas
El proyecto no se limitó al aula: transformó integralmente la cultura escolar mediante iniciativas como:
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Recreos con música y mensajes radiales positivos.
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Formación de monitores de buena convivencia escolar.
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Activación del centro general de estudiantes.
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Talleres extracurriculares: ajedrez, danza nacional, teatro radial, agroecología y deportes.
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Juegos organizados por curso, mejora de espacios comunes, rincón lector y biblioteca optimizada.
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Consejo escolar activo proponiendo medidas para fortalecer el clima escolar.
Estas acciones promovieron la participación de toda la comunidad educativa, reforzando valores como la empatía, la responsabilidad compartida y el respeto mutuo.
Resultados y aprendizajes
Los resultados fueron notables: reducción significativa de las conductas disruptivas (80%), mejora del clima de aula y fortalecimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, el alto grado de compromiso de los actores involucrados —docentes, estudiantes, apoderados y equipo directivo— evidenció la eficacia de trabajar desde una mirada colectiva y formativa.
Este caso demuestra que una escuela que aprende de sí misma, que reflexiona sobre su práctica y que actúa con convicción, puede generar cambios reales y sostenibles. El proyecto de la Escuela Monteleón es una invitación a replicar experiencias basadas en la investigación-acción, donde el análisis crítico, la participación docente y las buenas prácticas son el camino hacia una convivencia escolar más sana, democrática y propicia para el aprendizaje.
Archivos adjuntos
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