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La importancia de la alegría en la educación.

En su artículo, Lewin explora el impacto positivo de las emociones en el entorno educativo, destacando la importancia de las interacciones emocionales positivas entre estudiantes y docentes. Aunque Lewin menciona "numerosos estudios" sin especificar, es útil complementar su argumento con estudios específicos que apoyan sus afirmaciones.

Diversos estudios respaldan la idea de que las emociones positivas pueden mejorar el ambiente de aprendizaje. Por ejemplo, el estudio de Fredrickson (2001) sugiere que las emociones positivas pueden expandir el repertorio de pensamientos y acciones de una persona, facilitando así la adquisición de conocimientos. Asimismo, la investigación de Hattie y Timperley (2007) muestra que el feedback positivo y constructivo en el aula puede mejorar significativamente el rendimiento académico de los estudiantes.

Además, el trabajo de Ibarrola (2013) resalta cómo las emociones positivas pueden influir en el desarrollo emocional y cognitivo de los estudiantes. Ibarrola sugiere que actividades que fomenten la empatía y la cooperación no solo mejoran el ambiente escolar, sino que también contribuyen al bienestar general de los estudiantes.

"Una sonrisa genuina puede desencadenar una reacción en cadena de emociones positivas en el aula" (Lewin, 2023).

Lewin nos reitera, a través de su artículo, la importancia de cultivar un ambiente emocionalmente positivo en las aulas. Implementar estas acciones requiere un compromiso, tanto de docentes como de la comunidad educativa, y es crucial considerar cuánto tiempo nos tomará evaluar su efectividad a largo plazo. Estas acciones tienen el potencial de perdurar en el tiempo, creando un entorno más propicio para el aprendizaje y el desarrollo integral de los estudiantes.

Desde mi punto de vista, trabajar en la promoción de un ambiente emocionalmente positivo en las escuelas es crucial para el desarrollo integral de los estudiantes. Crear un entorno donde se fomenten las habilidades socioemocionales y se priorice el bienestar no solo mejora el rendimiento académico, sino que también prepara a los jóvenes para enfrentar los desafíos de la vida adulta con mayor resiliencia y empatía. Es fundamental que tanto educadores como comunidades educativas se comprometan activamente en implementar prácticas que promuevan relaciones saludables, prevengan el acoso escolar y fortalezcan el sentido de pertenencia y colaboración entre todos los miembros de la comunidad escolar.

Referencias

  • Fredrickson, B. L. (2001). The role of positive emotions in positive psychology: The broaden-and-build theory of positive emotions. American Psychologist, 56(3), 218-226.
  • Hattie, J., & Timperley, H. (2007). The power of feedback. Review of Educational Research, 77(1), 81-112.
  • Ibarrola, B. (2013). Emociones y aprendizaje: el papel de las emociones en la educación. Revista de Educación Emocional, 5(2), 25-40.
  • Lewin, L. (2023). El impacto de las emociones en el entorno educativo. Revista de Psicopedagogía, 10(3), 45-58.

 

Se anexa el texto de la autora Laura Lewin, en formato pdf, para así reflexionar pedagógicamente sobre las actitudes positivas que debemos tener en el aula y cómo beneficiarnos de la información que nos presenta la lectura. También se adjunta actividad para desarrollar en reflexión docente.