MEDICINA DEPORTIVA
Lesiones olímpicas
Los científicos estudian hoy de forma más sistemática que
nunca las consecuencias negativas de los abusos en el deporte,
que pueden llegar a ser especialmente graves en los niños que
empiezan su carrera deportiva.
Records, ¿ hasta cuándo?
Lesiones olímpicas. Gráfico
El funcionamiento de los músculos. Gráfico
Lo importante en las Olimpiadas no es ganar, sino participar." Pierre de Coubertin, el célebre pionero
francés que resucitó la tradición de las olimpiadas hace ya casi un siglo, definió con estas palabras la filosofía del
gran acontecimiento deportivo que una vez más volverá a celebrarse dentro de ocho días en la ciudad de Atlanta.
Sin embargo, la realidad es que para los atletas olímpicos, ganar casi siempre ha sido, y sigue siendo, el objetivo
más importante. Miles de hombres y mujeres por todo el mundo se someten cada día a entrenamientos
verdaderamente sobrehumanos para poder superar a sus rivales y subir a lo más alto de un podio.
Los atletas olímpicos no sólo quieren participar, sino ganar medallas para su país, y con frecuencia sus
ambiciones deportivas pueden hacerles poner en riesgo su salud, e incluso sus propias vidas. En el deporte, como
en casi todo, existe el uso y el abuso.
Una dosis moderada y controlada de ejercicio físico siempre es beneficiosa para nuestro organismo, pero los
excesos deportivos de algunos atletas pueden provocar trastornos muy graves. En los últimos años, según
afirmaba un informe publicado la semana pasada en la revista Nature, muchos investigadores han empezado a
estudiar de una forma más sistemática, las consecuencias negativas que pueden acarrear los abusos deportivos.
Entrenamientos duros
Hay que tener en cuenta que si los atletas profesionales no han dejado de batir récords mundiales durante
las últimas décadas, ésto se debe principalmente a que sus entrenamientos se han hecho cada vez más duros. Por
ejemplo, la cantidad de kilómetros que cubren los corredores de medio o largo fondo en sus entrenamientos
diarios se ha triplicado durante los últimos 30 años. Pero los problemas de salud que a menudo sufren muchos
deportistas han revelado que la naturaleza puede pasar una factura muy alta a cualquier individuo que abuse
demasiado del ejercicio físico.
En primer lugar, con frecuencia muchos atletas suelen sufrir todo tipo de fracturas, roturas e inflamaciones como
consecuencia del uso excesivo de ciertos músculos, huesos o articulaciones. Afortunadamente, en la mayoría de
los casos este tipo de problemas pueden corregirse con el tiempo. Sin embargo, cuando las víctimas de este tipo
de lesiones son niños, las consecuencias pueden ser mucho más graves.
Para tener éxito en algunos deportes, como por ejemplo la gimnasia o la natación, generalmente es necesario
comenzar a entrenar de una forma rigurosa antes de llegar a la adolescencia. Esto puede suponer riesgos
considerables para los niños que se embarcan en una carrera deportiva a edades tan tempranas.
Según un estudio reciente, el 11% de las niñas que se entrenan para convertirse en futuras gimnastas sufren
fracturas en las vértebras de la espalda, un porcentaje cuatro veces mayor que el del resto de la población. Como
a esta edad sus cuerpos se están desarrollando, en su caso, estas lesiones pueden ser mucho más difíciles de
corregir.
Sin embargo, generalmente un buen entrenador suele saber cómo planificar adecuadamente las sesiones de
trabajo para evitar este tipo de problemas. Mucho más peligrosos son todos los trastornos relacionados con el
sistema cardiovascular y el respiratorio. Los ataques cardiacos, aunque no suelen ser muy comunes, a veces
pueden producirse repentinamente tras un esfuerzo físico excesivo.
De hecho, 490 años antes de Cristo, el ganador del primer maratón de la historia, Pheidippides, falleció de un
infarto al llegar a la línea de meta en Atenas, tras decir sus últimas palabras: "¡Alegráos, hemos ganado!"
Generalmente, los ataques cardiacos suelen producirse cuando un gran esfuerzo físico agrava algún defecto
congénito de corazón que ya padecía el atleta en cuestión. Sin embargo, algunos ciclistas profesionales han
sufrido infartos sin haber tenido ningún problema previo de este tipo.
El asma es un problema mucho más común que también puede llegar a tener consecuencias mortales. Según el
informe publicado en Nature, entre un 10 y un 15% de los deportistas sufren síntomas de asma provocados por
sus entrenamientos. Sin embargo, por lo general este problema puede tratarse con inhaladores que dilatan los
bronquios, cuyo uso está permitido por las federaciones deportivas.
Muchas mujeres atletas, por otra parte, sufren problemas graves relacionados con su sistema
reproductivo, como consecuencia de los entrenamientos intensivos a los que se someten diariamente. Según un
estudio realizado por el Royal National Orthopaedic Hospital de Londres, más de la mitad de las mujeres que
compiten a nivel internacional en deportes como el ciclismo, el remo y el atletismo padecen alteraciones
anormales en su ciclo menstrual.
Al mismo tiempo, más del 60% de las gimnastas pierden por completo su capacidad para menstruar, y a muchas
otras el periodo les llega siempre más tarde de lo normal. Los investigadores creen que ésto se debe a que el
estrés físico y emocional que sufren estas atletas interrumpe la segregación normal de sus hormonas.
Los hombres tampoco se libran de este tipo de problemas. Se ha comprobado, por ejemplo, que en general los
corredores de maratón producen una cantidad muy baja de espermatozoides. Pero quizás el descubrimiento
reciente más importante que ha salido a la luz en el campo de la medicina deportiva es el hecho de que al parecer,
los entrenamientos intensivos que realizan los atletas profesionales pueden reducir considerablemente la
efectividad de su sistema inmunológico. Esto es algo que se sospechaba desde hace tiempo, ya que diversos
estudios habían sugerido que los atletas tenían una vulnerabilidad anormal a los resfriados y a la gripe.
Sistema inmune
Ahora, varios científicos han conseguido confirmar de una forma contundente que el ejercicio físico puede
debilitar las defensas del organismo humano. En uno de ellos, por ejemplo, el investigador B.K. Peterson del
Centro de Investigación Muscular, en Copenhage, ha demostrado que una sesión intensiva de entrenamientos
puede reducir considerablemente la cantidad de linfocitos en la sangre de un ser humano durante veinte horas,
tanto en atletas profesionales como en aficionados.
Otro trabajo, realizado por la investigadora Laurel MacKinnon de la Universidad de Queensland, en Australia,
reveló que los niveles de anticuerpos en la saliva de los ciclistas se reducen en un 70%, tras dos horas de
pedaleo.
Y finalmente, el trabajo de E.D. Bateman y sus colegas de la Universidad de Capetown, en Sudáfrica, ha
demostrado que los corredores que consiguen las mejores marcas en la prueba del maratón tienen niveles muy
bajos de glóbulos blancos y una vulnerabilidad muy alta a las infecciones respiratorias, tras haber participado en
una de estas carreras.
Muchos atletas también sufren periodos largos de fatiga, e incluso depresiones, como consecuencia de sus
excesos. Para solucionar este problema, que al parecer se debe a una reducción de glóbulos rojos, es necesario
realizar entrenamientos muy ligeros durante dos o tres meses, hasta que el atleta pueda recuperar su ritmo normal.
Tentación de las drogas
Ante todos estos problemas, no es de extrañar que muchos atletas caigan en la tentación de recurrir a las
drogas para intentar superar las limitaciones de su naturaleza humana. Aunque se supone que toda ventaja
artificial está prohibida por el Comité Olímpico Internacional, no cabe duda de que algunos deportistas acaban
recurriendo a las trampas sintéticas, como bien demostró el caso de Ben Johnson. En algunos casos, el consumo
de estas sutancias se descubre en los controles anti-doping, pero es inevitable que algunos atletas "se salgan con
la suya".
Las drogas que suelen utilizar los atletas podrían dividirse en tres grupos: estimulantes, analgésicos narcóticos y
los agentes anabolizantes.
Sin embargo, aunque a corto plazo un atleta pueda mejorar sus marcas con ayuda de las drogas, a largo plazo la
utilización de estas sustancias puede resultar extremadamente peligroso.
El abuso de los estimulantes puede incrementar la presión sanguínea de una forma muy peligrosa, los
narcóticos pueden crear fuertes dependencias psicológicas y fisiológicas, y los agentes anabólicos pueden
disminuir el tamaño de los testículos en los hombres, y alterar el ciclo menstrual en las mujeres.
A pesar de que en los últimos años las autoridades deportivas han intentado ejercer un control muy estricto sobre
estas ventajas artificiales, el problema es realmente complejo, ya que en cuanto se prohibe una sustancia, con
frecuencia alguien desarrolla una manera nueva de ayudar a los atletas.
En algunos casos, resulta muy difícil establecer si un determinado producto es "natural" o "artificial". Por ejemplo,
algunos atletas toman creatina, una sustancia que puede encontrarse en la carne o en el pescado, y que puede
ayudar a los músculos a producir energía. El campeón británico de 110 metros valla, Colin Jackson, toma cada
día 20 gramos de creatina, diez veces más que lo que normalmente se encontraría en una dieta normal.
¿Ayuda "natural" o trampa "artificial"? La pregunta no es fácil. Lo que sí esta claro es que los atletas olímpicos,
por encima de todo, sueñan con la posibilidad de lucir una medalla de oro, y que para ello están dispuestos a
arriesgarlo casi todo, incluyendo su propia salud.
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Hemeroteca Ultimo número
Número 210. Jueves, 11 de Julio de 1996
MEDICINA DEPORTIVA
Lesiones olímpicas
Records, ¿ hasta cuándo?
¿Existen límites fisiológicos en el deporte? ¿Seguirán batiéndose récords indefinidamente? O, por el
contrario, ¿llegará un momento en el que será humanamente imposible continuar superando las mejores marcas?
La mayoría de los científicos creen que teóricamente tiene que existir un techo fisiológico en toda actividad
deportiva, aunque es muy difícil definir con exactitud cuál es este techo, o predecir cuándo lo alcanzarán los
atletas.
Ningún récord mundial batido antes de 1980 ha sobrevivido hasta los Juegos de Atlanta. Incluso las marcas que
se consideraban "insuperables", como por ejemplo el famoso salto de longitud de 8,9 metros de Bob Beamon, se
han superado con el tiempo. Sin embargo, casi todos los científicos creen que tienen que existir límites sobre la
fuerza, la velocidad y la altura que pueden llegar a alcanzar los seres humanos. Por lo tanto, en teoría debería
llegar un momento en el que los atletas sólo podrían competir entre ellos, pero serían incapaces de superar el
listón fisiológico de la especie humana.
El investigador británico Peter Keen, un profesor de ciencia deportiva en la Universidad de Leeds, es uno de los
científicos que cree firmemente en un techo deportivo. En su opinión, tiene que existir un límite a la cantidad de
oxígeno que los pulmones humanos pueden llegar a bombear, y de hecho, según Keen, en estos momentos los
mejores atletas de todo el mundo ya están rozando estos límites.
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Última revisión: domingo, 12 de julio de 1998.
Este WEB se ha creado para informar todos aquellos individuos que practican un ejercicio y
que tienen molestias respiratorias asociadas al ejercicio, bien porque padezcan una
enfermedad de base respiratoria, cardíaca o metabólica o bien porque creen que debido al
entrenamiento que practican empiezan a sufrir síntomas respiratorios de una forma crónica,
molesta y constante.
A través de ella podrá obtener cierta información directa que creemos le será de utilidad y
otra sobre cursos reuniones y literatura a la que podrá acceder con facilidad.
Los datos que se ofrecen son resúmenes de publicaciones médicas realizadas por el autor,
cuya referencia se adjunta al final de cada texto. Las conclusiones obtenidas y asumidas
por el lector deben contrastarse con la de su médico especialista -neumólogo, alergólogo,
del deporte o de cabecera- antes de tomar cualquier decisión.
Asma y actividad física
Polución y deporte
Glosario
Asma de esfuerzo
¿Qué es el asma?
Ejercicio y Asma
Direcciones
Natación y asma
Cursos
Niño, juego y asma
El deportista que padece asma
La presencia de asma en el deportista debe valorarse con cierta cautela. Existen muchos
datos epidemiológicos al respecto en diferentes equipos nacionales, generalmente
realizados antes de los JJ.OO. En España la prevalencia de asma entre la población adulta
oscila entre el 5 y el 10 % al igual que en deportistas de nivel internacional. Pero entre
estos deportistas existe una prevalencia de individuos con hiperreactividad bronquial
superior a la población no deportista. La razón no está clara pero se hipotetiza sobre el
hecho de hiperventilar durante largos periodos de tiempo, desde edades tempranas en
muchos casos, y en consecuencia de enviar ciertas sustancias irritantes,
hipersensibilizantes en mayor cantidad e intensidad. Además, el efecto del ejercicio propio
del aire frío y seco sobre la mucosa bronquial. Debe recordarse que un individuo que realiza
una maratón en dos horas y media ventila el mismo aire que durante dos días haciendo una
vida sedentaria.
Prevalencia del asma en los deportistas de varias
delegaciones olímpicas
Delegación
Prevalencia
Año
Juegos Olímpicos
Australia
9.7
1976
Montreal
Australia
8.5
1980
Moscú
Australia
7.2
1984
Los Angeles
EE.UU.
11.2
1984
Los Angeles
Australia
8.2
1988
Seúl
EE.UU.
7.8
1988
Seúl
España
4.4
1992
Barcelona
El deportista con hiperreactividad de sus bronquios puede no tener nunca ninguna molestia
pero su disposición bronquial hace que en las condiciones ambientales de polución
mencionadas anteriormente responda como un asmático. Por otra parte este deportista
puede tener ciertos síntomas leves de ahogo, tos o sensación de opresión en el pecho si
hace un ejercicio intenso en unas condiciones que potencian la hiperreactividad de sus
bronquios como puede ser un catarro respiratorio o un clima muy frío y/o seco.
Como hemos visto los polucionantes ambientales pueden afectar el rendimiento físico del
deportista, pero sobre todo de aquellos que son asmáticos o que padecen cierta
hipersensibilidad de su aparato respiratorio ante este tipo de irritantes. Ante la duda de si
se padecen o no los síntomas comentados se debe consultar al médico de la federación o
del equipo o a un especialista y nunca administrarse medicamentos para aliviarlos por
cuenta de uno mismo. Existen varias razones para ello la principal es velar por la salud del
individuo pues un alivio de un síntoma puede enmascarar algo que pueda ser más serio en
un momento posterior por no haber realizado un diagnóstico correcto. En segundo lugar y
en relación a la carrera deportiva se debe conocer que sólo están permitidas algunas de las
medicaciones para el asma y de ellas la mayoría requieren la presentación de la notificación
médica para que no sean consideradas dopaje.
MEDICACIONES PARA EL DEPORTISTA CON ASMA
PERMITIDAS POR EL C.O.I.
(BOE 25/2/1997) Debe adjuntarse historial clínico con antecedentes, estado clínico y tratamiento actual y resultados de la
prueba de broncoconstricción por el esfuerzo.
Beta2 agonistas permitidos
Sólo están permitidos en forma de inhalación en aerosol y se precisa una notificación
escrita dirigida a la comisión médica del C.O.I. o el organismo federativo pertinente sobre
su utilización.
Terbutalina
Salbutamol
Salmeterol
Corticoides
En forma de aerosol, o nasal y siempre con una notificación escrita del
médico que lo prescribe a los mismos organismos.
Otras medicaciones antiasmáticas permitidas
No precisan notificación aunque se aconseja
Nedocromil
Cromoglicato sódico *
Bromuro de Ipratropio *
Aminofilina y teofilina (A dosis terapéuticas)
Antihistamínicos*
* Se aconseja no usar los que son "compuestos" dado que pueden llevar sustancias que
sean consideradas dopaje positivo o hacer que la concentración de otras (aminofilinas)
alcance los niveles de positividad.
Todos los asmáticos saben que el ejercicio les puede provocar una crisis. Esta crisis se
llama asma de esfuerzo y tiene unas características muy interesantes que nos
ayudan a evitarla.
La causa fundamental es por un enfriamiento rápido e intenso de los conductos que llevan
el aire a los pulmones de manera que se pierde calor y humedad. Por lo tanto un buen
calentamiento, empezando suavemente hasta alcanzar una intensidad moderada y de
una duración de 10 a 15 minutos hará que estas vias aéreas se vayan preparando (como el
resto del cuerpo) para el ejercicio. Por otro lado, todos los deportes que se hagan en
ambientes calientes y húmedos evitarán que aparezca la crisis (natación, waterpolo,
natación sincronizada...) y también aquellos deportes que se practiquen en salas cerradas,
en las que normalmente el ambiente es más cálido que en el exterior.
Otra característica es que después una crisis de asma de esfuerzo la mayoría de los
asmáticos tienen un periodo de tiempo que oscila entre una y dos horas en las que no
aparecerá una crisis de gran intensidad. Esto es el periodo refractario. El
calentamiento nos servirá para provocar unas pequeñas crisis casi imperceptibles que
evitarán crisis más intensas. El inicio de la actividad física debe ser orientado a ejercicios a
intérvalos. Es decir, intensidades altas, de poca duración y con recuperaciones entre los
ejercicios casi completas. La gran mayoría de los deportes tanto de equipos como
individuales son así, el fútbol, el baloncesto, el balonmano, el tenis, el karate, el judo, el
taekwondo, la esgrima...
Debe considerarse que cuando iniciamos una actividad física por vez primera todos nos
cansamos, sentimos fatiga y sensación de ahogo porque nuestra condición física es pobre.
La del niño con asma, que no ha hecho nada antes lo es más. Por eso, la adaptación
debe ser progresiva.para que con el tiempo aprenda como es la sensación de ahogo
por un ejercicio de cierta intensidad y cual por la crisis de asma.
A veces, un número reducido de asmáticos tienen una crisis de asma al cabo de unas dos o
cuatro horas después de haber hecho el ejercicio, A esto se le llama asma de aparición
tardía y se soluciona con el tratamiento medicamentoso. Los asmáticos que hacen ejercicio
con cierta frecuencia no tienen esta crisis o es casi imperceptible.
Por favor, envíeme un mensaje de correo electrónico indicando que piensa sobre esta página y cómo podría
mejorarla. Asimismo, no dude en escribir libremente para cualquier consulta, duda o sugerencia sobre el asma y el
ejercicio físico.
(C) Franchek Drobnic, 1998
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