Durante mis años de ejercicio docente he tratado de probar nuevas metodologías y estrategias para que los estudiantes logren sus aprendizajes, sin embargo al pasar de los años pude comprobar el papel de las emociones en este proceso de aprendizaje, con ellas incluidas en el trabajo cotidiano, el éxito es seguro. No debemos olvidar que nuestro papel en la escuela va más allá que trasmitir una simple red de contenidos , que lograr objetivos curriculares, debemos tener siempre presente que trabajamos con capital humano, que formamos personas que sienten y viven en base a emociones. Siempre debemos anteponer las necesidades y sentimientos de los alumnos antes que lo cognitivo, claro que como profesores estamos sometidos a constantes presiones sobre los logros académicos que deben obtener nuestros estudiantes, pero veamos más allá de eso, tengamos altas expectativas de ellos , preguntémosles que quieren, cómo desean aprender, que les gustaría hacer, ¡nos llevaremos gratas sorpresas! Un ejemplo de ello lo viví en el año 2016, finalizando la tesis de un postítulo que realizamos en la Universidad de Chile sobre ciencias, nuestro tema era la indagación como metodología innovadora en el aprendizaje (un grupo de cuatro profesoras hicimos esta investigación), trabajamos con 6° y 7° básico, aplicamos un instrumento creado por nosotras para pasar una unidad didáctica basada en la metodología de indagación, incluimos un cuestionario sobre la percepción de los alumnos al inicio y al final del proceso, queríamos saber que pensaban sobre las clases realizadas de una forma diferente, la sorpresa fue grande al darnos cuenta que los estudiantes destacaban más el hecho de haber realizado muchas actividades en grupo, en un contexto más libre, fuera del aula, que las actividades científicas en sí mismas. Hablaban en todas las respuestas de sus sentimientos, de lo que sintieron en cada actividad, de una relación más cercana con sus compañeros y con sus profesoras. Estos resultados nos hicieron dar un vuelco a nuestra tesis y enfocarla en el papel de las emociones en este proceso. Fue una investigación exitosa a los ojos de la comisión de académicos de la Universidad de Chile y para nosotras una oportunidad de aprendizaje como docentes de aula; el darnos cuenta de que debemos siempre considerar lo que quieren y desean los estudiantes. Por consecuencia los aprendizajes fueron logrados y los niños quedaron felices.
Les quiero compartir el link de un artículo relacionado al tema, ¡no lo olvides! , "El cerebro necesita emocionarse para aprender":
https://elpais.com/economia/2016/07/17/actualidad/1468776267_359871.html
- Inicie sesión para comentar