Reflexión sobre la Jornada de Maestros.Santiago,Julio 2004.

Son muchos los sentimientos que afloraron luego de comenzar a recordar y meditar sobre este encuentro tan significativo.Primero,la convicción de que ser profesor es una misión que dura toda la vida. Segundo, asumir que cada día que pasa, la autocrítica es y debe ser más rigurosa.Tercero, centrar toda la energía posible, en lograr dejar plasmado en el recuerdo, de mis alumnos, a una persona que no sólo se empeñó en enseñarles métodos o técnicas, que los orientaran hacia el logro de sus aprendizajes, sino también,alguien que no dudó en mostrarse como un ser que tiene una historia ,(con un pasado,con un presente ),con anhelos que son parte de sus sueños, con alegrías y amarguras , pero por sobre todo, con una gran sensibilidad, y porque no decirlo, también con debilidad.Creo que es este el camino que abre la posibilidad de que los niños crean en uno. Quisiera reflexionar sobre la importancia que cada uno de nosotros tiene en la vida de estos niños, y desearía que la tolerancia y la cordura fueran nuestras compañeras inseparables en esta senda del crecer ,a la par. Desearía tener el rostro frente a mí, de cada niño que ha sentido en algún momento que en algo le he fallado,y así podría mirarlo,quizá con vergüenza, pero al menos podría reconocer que me equivoqué.Sin embargo, como sé que ello es difícil, me he propuesto hacer cada día más concientes mis actos,y aprender a salirme del yo, tan arraigado en mi ser,para hacerme parte de un nosotros:Niños y yo,conjugados en un solo verbo:AMAR. Maritza Zúñiga Carrrillo. Profesora de LA RED MAESTROS DE MAESTROS. MINEDUC. Chile.