Evolución de la evaluación y sus implicancias en la práctica docente.

Comprender que nuestras prácticas educativas tienen que evolucionar e innovar en relación con los objetivos y metas que se proponen. De esta manera, no podemos, como profesionales, quedar atrás de la innovación pedagógica, debemos aprender cada día para ser mejores docentes. 

En este ámbito de rejuvenecer nuestras prácticas, la evaluación, valiosa herramienta que permite evidenciar los avances y/o dificultades de aprendizaje de nuestros estudiantes, hoy en día tiene una comprensión mucho más relevante que la simple acción de calificar. Es un proceso sistemático que debemos considerar en nuestra planificación y no solo considerarlo como un insumo para nosotros como docentes, sino también es una herramienta valiosa para los estudiantes con la finalidad que ellos aprendan a identificar sus propias fortalezas y aspectos a mejorar. Debemos, sí o sí, incluir en nuestras aulas, estrategias que diversifiquen el proceso evaluativo, evaluar con el objetivo de realizar un proceso de enseñanza formativo, incluyendo estrategias de retroalimentación que lleven a los estudiantes a alcanzar la metacognición de sus aprendizajes. Es así que, en la presentación que comparto se expresa la evolución de la evaluación, explicitando el paradigma tradicional y comparándolo con el paradigma constructivista. De esta manera, también, se hace hincapié en aspectos relevantes que considera la Política Nacional de Evaluación (2018) que tiene por objetivo hacer de la evaluación un uso más formativo.