Aporte de Karina Rojas
Roballo(Táchira-Venezuela)
¡El que tiene que estar ahí soy
yo!
Pues
Cristo QUISO morir por el pecado y para LLEVARNOS a DIOS,, siendo esta la muerte
del JUSTO por los INJUSTOS. (1 Pedro 3:18)
Un
misionero estaba hablando a una tribu remota de un pueblo que nunca había
escuchado hablar de la vida y el ministerio de Jesús. El jefe de la tribu estaba
sentado en la fila del frente escuchando intensamente todo lo que el misionero
decía.
Cuando
la historia de Jesús llegó a su punto culminante y el jefe escuchó lo cruelmente
que crucificaron a Cristo, no pudo aguantarse más. Se levantó bruscamente y
gritó: «¡Pare! ¡Bájelo de la cruz! ¡Soy yo el que tiene estar ahí, no Él!. Había
comprendido el significado del evangelio; entendió que era pecador y que Cristo
no tenía pecado.
Cuando
consideras esa escena del Hijo de Dios clavado en una cruz en agonía y sus
heridas sangrando, ( quizas mirando la película "LA PASIÄN") ¿puedes decir de
corazón: «¡YO TENGO QUE ESTAR AHI! Entonces, da un paso más y pon
tu confianza en Él como EL SEÄOR Y REY DE TU VIDA, para que puedas decir junto
con San Pablo: "He sido crucificado con Cristo, y ahora no vivo yo, es Cristo
quien vive en mi. . . (Galatas. 2:20). Jesús tomó nuestro lugar y murió para
nuestro provecho. Puesto que llevó nuestros pecados, abrió el camino para
llevarnos a la comunión con el Padre. Si te identificas con Cristo y crees que
murió por ti, Dios te identificará a ti con Cristo y te dará Su justicia.
¿Puedes
decir: ¡SOY YO EL QUE TIENE QUE ESTAR AHÍ .!
JESÚS OCUPÄ TU LUGAR EN LA CRUZ
PARA DARTE UN LUGAR EN EL
CIELO. Amenvolver a la portada
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