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Un ambiente de estudio adecuado
El espacio físico contribuye a la concentración del alumno y por tanto hay que cuidar que sea el adecuado para esta actividad.
Algunos factores que pueden influir son la ventilación de la habitación, la luz y la temperatura, el nivel de ruido, la mesa y la silla del trabajo, etc.
Este lugar deberá facilitar su concentración y disponer del material necesario para el desarrollo de su trabajo: libros de texto y de consulta, apuntes, papeles, bolígrafos... y demás material relacionado.
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Una buena salud
Las condiciones personales y de salud en las que se encuentra el alumno pueden influir en su rendimiento escolar.
La buena alimentación del alumno con una dieta equilibrada, el control de las posturas, el descanso físico y horas de sueño, las actividades complementarias y relajantes, practicar algún deporte... son factores que favorecen y ayudan en la concentración del estudiante y debemos tenerlas en cuenta a la hora de estudiar.
Debemos conocer una serie de datos para sacar mayor rendimiento al tiempo de estudio como saber en qué horas (de la mañana, tarde o noche) se rinde más para elaborar un buen horario personal de estudio, cada cuánto tiempo necesitamos un descanso...
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