Evaluación formativa : Instrumentos de Retroalimentación formativa

Comparto con uds, instrumentos de evaluación formativa que permitirían abordar el concepto de evaluación - retroalimentación para mejorar, planteado por el artículo "Retroalimentación formativa: Orientaciones para la formación docente y el trabajo en el aula". Publicación realizada por SUMMA, en colaboración con la Fundación ”la Caixa” junto a Rebeca Anijovich, docente dedicada a la investigación y formación de docentes potenciando prácticas reflexivas en diversas instituciones educativas de Latinoamérica, en especial en Argentina. 

 

Esta visión de evaluar de manera formativa, retroalimentando para aprender se detalla en los siguientes puntos de vistas. Comparto fragmentos del texto para motivarles su lectura. 

 

En la actualidad, existen dos posibles motivos de porque evaluamos. Estas se podrían ejemplificar de la siguiente forma:

1. Una evaluación que se basa en el supuesto de que solo los mejores estudiantes logran aprender exitosamente. Centrada en la búsqueda de la calificación, donde importa fundamentalmente la nota y el producto final.
2. Una evaluación  con una lógica inclusiva, que apuesta por que la totalidad del alumnado pueda aprender. Se centraría entonces, en los procesos, en las trayectorias y en los avances.

¿Cuál es tu lógica de evaluación?, ¿Qué espero de los resultados de la evaluación?

Para motivos de este taller se considerará la evaluación como «una oportunidad para que los estudiantes pongan en juego sus saberes, visibilicen sus logros, aprendan a reconocer sus debilidades y fortalezas, además de la función “clásica” de aprobar, promover, certificar» (Anijovich y Cappelletti, 2017:4).

Una evaluación que ofrece información sobre el proceso de aprendizaje, y no solo sobre el resultado, brindaría espacio a una perspectiva de evaluar para aprender y  retroalimentar como una oportunidad de inyectar información, motivación, inspiración  a la mejorar continua. Los estudiantes serían protagonistas de su trayectoria de aprendizaje, favoreceríamos la capacidad de pensar y reflexionar acerca de su aprendizaje, abriríamos las puertas a los procesos de metacognición, a toma de conciencia y autonomía. El estudiante podría decidir cómo va a llevar adelante ese aprendizaje, monitorearía su trayectoria y evaluaría sus logros, como detectaría necesidades por fortalecer, potencial que le acompañaría hasta vida adulta.

¿Cómo lograr un proceso de evaluación que permita recoger información, retroalimentar y desarrollar estudiantes autónomos frente a sus experiencias de aprendizaje?

Wiliam (2011) define cinco estrategias clave para que la evaluación sea un puente entre la enseñanza y el aprendizaje:

• Compartir los propósitos educativos y los criterios de logro o metas de aprendizaje.

• Diseñar e implementar actividades que evidencien lo que el alumnado está aprendiendo.

• Favorecer las interacciones entre pares como fuente de aprendizaje.

• Activar al alumnado como responsable de su propio proceso de aprendizaje.

• Ofrecer retroalimentaciones formativas que favorezcan avances en los procesos de aprendizaje.

 

En Latinoamérica, las prácticas habituales de retroalimentación en el aula, por lo general, consisten en corregir, identificar errores y, finalmente, calificar. De este modo, se desplaza la construcción del sentido del aprendizaje. El estudiante deja de ser el centro, acepta las correcciones, se le notifican los errores y la calificación, pero no comprende qué y cómo mejorar.

A modo de ejemplo, algunas de las formas habituales en que los docentes ofrecen retroalimentación sin centrarse en el aprendizaje del estudiante son las siguientes:

• Señalar el error, corregirlo y otorgar una puntuación a la producción.

• Escribir una X o subrayar lo que es erróneo y otorgar una puntuación a la producción. • Identificar los errores, explicitar las respuestas correctas y otorgar una puntuación a la producción.
 

¿Qué indicar o valorar a la hora de retroalimentar?

Algunos ejemplos indican permitir remirarse en retrospectiva, Valoraciones sobre:

• La persona.

• Los desempeños y las producciones.

• Los procesos de aprendizaje.

 

El propósito es impactar sobre la autoestima del alumnado y provocar mejoras en sus aprendizajes. En algunas ocasiones, al recibir valoraciones positivas, los estudiantes pueden tener dificultades para reconocer que también necesitan mejorar sus desempeños y producciones.

 

Por ejemplo: «Tus dibujos son muy buenos, eres muy creativa». A partir de esta retroalimentación, la niña podría pensar que no necesita mejorar nada, y desde nuestra concepción de la retroalimentación formativa siempre es posible «subir un escalón más» en el aprendizaje.

 

Valoraciones sobre los desempeños y producciones. El propósito de la retroalimentación es impactar sobre la calidad y la profundidad de las tareas, y sobre los modos en que se desempeña el alumnado para lograr sus aprendizajes.

 

Por ejemplo: «Valoro la profundidad de tu texto, has incluido varios puntos de vista y has analizado cada uno de ellos». Valoraciones sobre los procesos de aprendizaje. El propósito es centrarse en las estrategias que utiliza el alumnado, en la identificación de sus fortalezas y en los obstáculos para reconocerse como estudiante.

Por ejemplo: «Has revisado varias fuentes de información y has elegido dos de ellas que te han ayudado a completar el cuadro comparativo».

 

(Wiliam 2009) La pregunta relevante no es qué hizo bien y qué hizo mal el alumnado, sino qué hacer ahora, cómo avanzar, qué le falta. Otra iniciativa es darle la posibilidad de que vuelva a entregar su trabajo y marque con un rotulador las modificaciones que ha realizado, o que diseñe un plan de mejora para su próximo trabajo.

 

Ofrecerán entonces preguntas, ideas y sugerencias, y entablarán conversaciones acerca de los procesos de mejora: Diálogo formativo. Valorar aspectos positivos de la producción del alumnado.  Identificar aspectos a mejorar a través de preguntas y/o sugerencias. Dar la oportunidad de que los estudiantes reconozcan sus fortalezas y debilidades, y la variedad de estrategias que le pueden ayudar a alcanzar los objetivos, su autonomía frente al proceso de aprendizaje.

Y es justamente en este último punto, que estos ejemplos de instrumentos de retroalimentación tendrían significancia y utilidad en la puesta en marcha de un proceso de evaluación formativa para aprender, ya que hace consciente al estudiante de sus logros y explicita las sugerencias del profesor acerca de cómo avanzar. 

Un gusto compartir. 

 

 

Fuente:  Retroalimentación formativa: Orientaciones para la formación docente y el trabajo en el aula.  https://educaixa.org/documents/10180/37216840/DIGITAL+FINAL+-+RETRO+ALIM...

 

Adjunto recurso adaptado, https://a470aabd-d586-4d23-80e3-9854d16062c3.filesusr.com/ugd/fab342_59c...