Este plan de estudio debe estar bien planificado y estructurado, teniendo en cuenta la cantidad de materia y la dificultad que conlleva.
Y aquí también se puede incluir el tiempo que dedicamos a otras actividades como las de tiempo libre, deportes, actividades extraescolares, vacaciones...
Y estas son algunas recomendaciones para que puedas elaborar un buen plan de estudio:
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Organiza el material de trabajo. Cada cosa debe estar en su sitio y disponible si es necesario hacer uso de ella.
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Planifica el tiempo disponible. Puedes elaborar un horario, pero es muy importante que sea realista y que lo respetes lo máximo posible. Habrá días en los que el horario marcado no sea posible cumplirlo, pero debe ser algo excepcional, y replanificar para que los objetivos a largo plazo se puedan alcanzar igualmente.
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Previsión de las posibles dificultades que te puedes encontrar dependiendo de la materia.
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Valora tu capacidad de comprensión, memorización... para conocer tu ritmo personal de trabajo.
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Prioriza el orden de las tareas, es más conveniente que empieces por las de mayor dificultad y termines por las fáciles.
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Lee (anotando todo lo que te resulte más importante y las dudas que se te puedan plantear), comprende, memoriza (puedes ayudarte de un esquema o resumen de la materia), interioriza los contenidos.
Una vez que conocemos nuestras particularidades a la hora de afrontar la tarea del estudio, ahora nos toca elegir cuál es el método de estudio más favorable, adaptado a nuestros hábitos y capacidades (ya sea un resumen, esquema, exposición...)
También existe otro factor que influye en el estudio, y es la actitud del alumno y el aprovechamiento de las horas que pasa en el centro educativo. Si estas horas las aprovecha correctamente, después el estudio le resultará menos complicado.
Además el centro educativo es el mejor lugar para iniciar el estudio, porque será más fácil entender la materia con la ayuda de las explicaciones del profesor, organizar y planificar la asignatura, anotar los ejercicios más importantes, resolver las dudas, compartir conocimientos y trabajo con los compañeros... Y todos estos factores harán que el trabajo posterior sea más motivador.
Cuando el estudiante se enfrenta al examen es importante que disponga de alguna información como el tipo de evaluación que suele hacer ese profesor: si será tipo test, preguntas abiertas, con trabajos extras, con prácticas, escrito u oral, con material de apoyo...
Esta información debe ser proporcionada por el profesor antes del examen para ayudar al estudiante, pero en caso de que te queden dudas, es mejor plantearlas y aclararlas antes de la fecha.
Todo esto va a influir en la elaboración del plan de estudio personal.
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